Un viejo chiste en la década del 70 contaba lo siguiente: el Generalísimo Franco, el dictador español, iba en un auto con su chofer y llegaba a una encrucijada. El chofer, sin preguntar, doblaba a la derecha. Luego, el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, iba en el siguiente auto con un chofer y el chofer, sin preguntar, giraba el auto hacia la izquierda y después llega el turno de Perón. Al llegar a la encrucijada, el chofer duda, para y le pregunta: ¿Hacia dónde vamos, general? Hay un silencio y Perón finalmente dice: “Ponga el guiño hacia la izquierda y doblemos hacia la derecha".
Naturalmente, el chiste era una ironía sobre la costumbre, en esa época de su regreso al país, que tenía Perón de hacer guiños a la izquierda y discursos populares, pero después conceder mucho poder a la extrema derecha peronista. La pregunta adaptada al momento actual sería: Si el auto de Alberto Fernández llega a esa misma encrucijada, ¿hacia dónde va? Uno podría decir, bueno, si uno mira lo que está pasando en este momento en el Congreso, que está imponiendo un aporte extraordinario a los millonarios del país para que solvente, en parte, el desastre económico en medio de la pandemia. Y eso lo hace un gobierno de izquierda.
Alberto Fernández al peronismo: "La militancia es un acto de servicio"
Si uno mira, por ejemplo, que hace unos días el bloque de senadores del peronismo hizo un pronunciamiento tremendo contra el Fondo Monetario Internacional y uno dice bueno, eso es el oficialismo de izquierda que gobierna el país. Pero si al mismo tiempo uno mira que el Gobierno acaba de mandar una ley de movilidad jubilatoria, que desengancha a las jubilaciones de la evolución de los precios, o sea que permite que pierda poder adquisitivo y eso es muy insensible, es bien de un gobierno conservador.
Si uno, además, ve que cuando todavía la economía no se recuperó del golpe de la pandemia, el gobierno le retira la ayuda social a las personas que se cayeron de la economía, uno dice que eso es de derecha. Entonces, ¿es de izquierda o de derecha?
Tal vez sea una tontería juzgar a un gobierno en esos términos. Tal vez el gobierno de Alberto Fernández sea pragmático y no esté pensando tanto la izquierda o derecha, sino pensando en qué funciona en cada momento, ya sea para mantener su coalición unida o para que la economía argentina vaya saliendo a la manera en que puede ir saliendo después de la pandemia.
Sin embargo, en este caso, es aún más complejo, porque a diferencia de lo que pasaba con Perón, con Franco, o con Fidel Castro, ese volante lo manejan muchos. Algunos tironean hacia la izquierda, otros hacia la derecha, algunos para atrás, otros para adelante, algunos sólo por manotear y agarrar un cacho del volante. No está claro que haya alguien que lo maneje más que otros. Así que hay autos que van a la izquierda, hay otros que van a la derecha, pero hay que tener cuidado con los autos que son manejados al mismo tiempo por muchas personas que piensan distinto. Sobre todo si el precipicio está cerca.