La crisis política en Perú sigue al rojo vivo. Continúan habiendo más enfrentamientos entre manifestantes y la policía, mientras que los protestantes piden una guerra civil.
La presidente Dina Boluarte admitió la legitimidad de los reclamos pero denunció la presencia de infiltrados mientras que la Central de los Trabajadores cree que el accionar violento está promovido desde el Gobierno.
Continúan los piquetes en 74 rutas mientras que los aeropuertos de Arequipa y Juliaca permanecen cerrados. Lo mismo ocurre con los servicios ferroviarios entre Cuzco y Machu Picchu.
Por estas horas el punto de concentración es la Plaza 2 de Mayo, en el centro de Lima. En Puno, en tanto, escenarios de las más fuertes protestas, varios mercados están cerrados a 20 días del inicio del paro general.
Las protestas cumplen cinco días tras la denominada “Toma de Lima” que reúne a miles de manifestantes que llegan de varias regiones peruanas. Por su parte, Boluarte pide una tregua nacional, estableciendo mesas de diálogo mientras descarta su renuncia.