La presidenta de Perú, Dina Boluarte, pidió "una tregua nacional" y llamó a "entablar mesas de diálogo" en un intento por apaciguar la grave crisis social que sacude a este país desde diciembre, con protestas en las que ya murieron 55 personas.
"Llamo a mi querida patria a una tregua nacional para poder entablar mesas de diálogo, para poder fijar la agenda por cada región y desarrollar nuestros pueblos. No me voy a cansar de llamarlos al diálogo, la paz y la unidad", dijo Boluarte en el Palacio de Gobierno en Lima.
Boluarte reiteró varias veces su "perdón por los fallecidos" en estas protestas, al menos 46 directamente relacionados con las manifestaciones, las cuales se reanudaron el 4 de enero en el sur de Perú y que mantienen bloqueos en las principales rutas del país.
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Además, Boluarte descartó una vez más su renuncia. "Me iré cuando hayamos convocado a las elecciones generales (...) No tengo intención de quedarme en el poder·, dijo tajante, agregando que el Congreso "sin duda alguna" va a confirmar en febrero el adelanto de las elecciones, previstas para abril 2024.
"¿Mi renuncia resolvería la crisis y la violencia? ¿quién asumiría la presidencia de la República?", apuntó ante las preguntas de la prensa sobre su permanencia en el cargo.
Las protestas estallaron tras la destitución y detención del presidente izquierdista Pedro Castillo, el 7 de diciembre, cuando el gobernante intentó disolver el Parlamento -controlado por la derecha- cuando estaba a punto de sacarlo del poder por presunta corrupción.
La crisis social también es un reflejo de la enorme brecha entre la capital y las empobrecidas provincias andinas del sur de Perú que apoyaron en las elecciones de 2021 a Castillo, de ascendencia indígena.
Las manifestaciones se centraron principalmente en las regiones del sur, donde operan grandes empresas mineras y donde se han registrado además casi todas las víctimas mortales durante violentos enfrentamientos con la policía y Ejército.
Boluarte dijo que las pérdidas ascienden a unos 3.000 millones de soles en daños a la infraestructura y 2.000 millones de soles en pérdidas de la producción nacional.
Durante las protestas los manifestantes bloquearon decenas de carreteras, incendiado entidades públicas y privadas y en algunos obligado al cierre de algunos aeropuertos. Además, tres minas de cobre sufrieron ataques y bloqueos EN el denominado "corredor minero en los Andes": la china MMG Ltd, la canadiense Hudbay y la global Glencore . Esta última cerró el viernes temporalmente su mina.
"Ahora, ¡guerra civil!" dicen los manifestantes
"Ahora, ¡guerra civil!" exclamaron centenares de manifestantes que marcharon en Lima el lunes pidiendo la renuncia de Boluart. "¡No somos uno, ahora somos dos, ahora somos todos, a una sola voz!", exclamaron los manifestantes andinos venidos de Puno, Cusco y Andahuaylas durante una movilización por la tarde bajo un sol abrasador.
"Necesitamos urgente que Dina renuncie, por su culpa estamos una semana aquí sufriendo, vamos a exigir hasta los últimos días para que renuncie", dijo una indígena de 60 años, llegada desde Sicuani, Cusco. "Ella no escucha al pueblo, por su culpa estamos en las calles, una semana sin alimento, sin dormir por culpa de Dina Boluarte estamos aquí", agregó.
Las masivas protestas que sacuden Perú continuarán, advirtió el ministro de Interior, Vicente Romero, en vísperas de una "marcha nacional" en Lima y otras ciudades. "Las protestas sociales aún van a seguir, estamos trabajando intensamente con el ministro de Defensa cómo solucionarlos", declaró el titular de Interior a la televisora estatal TV Perú.
La autoridad defendió la represión policial, cuestionada por grupos civiles de la sociedad.
"Estamos viviendo uno de los niveles de violencia más alto de todos los últimos tiempos, después de los años 80, sin embargo, creo que las capacidades que está mostrando nuestra policía ha sido espectacular", agregó Romero. "Hemos capacitado a más de 5.000 hombres, sobre todo en derechos humanos", aseguró.