Desde el 20 de marzo, la caída en la circulación de las calles por el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, no impidió que los delincuentes cumplieran su objetivo. Incluso, hasta encontraron nuevas modalidades del famoso "Cuento del Tío", para estafar a los jubilados como principal blanco.
En diálogo con RePerfilAr, Diego Migliorisi, abogado especialista en cibercrimen y seguridad pública, advirtió: "El phishing ha sido una de las modalidades clásicas que utilizaron los delincuentes, en algunos casos locales como grandes oleadas internacionales con el efecto de robar datos. Un objetivo económico que es el robo o la utilización de esos fondos pero también puede llevar a la extorsión o a la venta de datos en el mercado negro".
Y agregó: "Están utilizando mecanismos como contacto a través de Whatsapp para tratar de engañar a jubilados o a cualquier actor de la sociedad. No es que el delincuentes prueba una vez, prueba cientos de veces, y con que tenga éxito una o dos veces diarias, tiene su objetivo logrado".
En sintonía, Marcelo Szelagowski, abogado especialista en cibercrimen expresó que el mecanismo consiste en "una llamada telefónica en la que simulan que se trata de un call center de una empresa importante, y les suelen hacer creer que es el premio de una petrolera o el clásico de que son el abogado del ANSES y necesitan depositarle el IFE".
Un jubilado de 72 años resistió un robo y mató a tiros a dos ladrones
Según las estadísticas, este tipo de estafa creció en un 80% en los últimos ocho meses. Sin embargo, no es el único mecanismo que enciende alarmas. "La compra venta de productos a páginas falsas que nunca llegan se incrementó casi en el 83%. Cuando recopilan claves de redes sociales también se utilizan para extorsionar que es una de las modalidades que han crecido muchísimo en el orden de un 40% con respecto al año pasado", dijo Diego Migliorisi.
En ese marco, los especialistas brindaron una serie de recomendaciones para no ser víctimas de este tipo de estafas. "No hay que ser una persona crédula. Y jamás brindar datos de las cuentas, a un desconocido por vía telefónica o mail".
En esa línea, Szelagowski remarcó: "Nunca le va a llegar de una entidad bancaria una tarjeta de crédito una validación de datos, y menos si no las pidió". Y agregó: "Tomar la prueba de donde se está haciendo el delito. Todos los datos resguardarlos para poder hacer la denuncia".
Estos delitos se suman a los que ya son un clásico, con ingreso al domicilio de la víctima, que en los últimos ocho meses en la zona del AMBA se registraron 1300 robos a jubilados, una población vulnerable.