Se cumplieron los primeros jóvenes 30 años del Eurotúnel. Cuando dos trenes de alta velocidad frenaron frente a frente en la estación de Calais. Uno venía de Waterloo, Londres, mientras que el otro llegaba desde el Norte de París. Desde ambos bajaron los mandatarios de las respectivas naciones.
El proyecto se inició en 1986 mediante capital privado. En ese momento, tanto la primera ministra británica, Margaret Thatcher, como el gobierno galo, se opusieron a la financiación pública, y lo reflejaron en el tratado de Canterbury.
A cambio de ello, se le otorgó la concesión hasta el 2052. Las máquinas tuneladoras usadas fueron construidas por franceses y británicos. Sus cuchillas frontales penetraron en el terreno. El costo del trabajo fue de 16 mil millones de euro.
El túnel tiene una longitud de 50 kilómetros y medio, de los cuales 39 son submarinos, lo que lo hace el segundo más largo del mundo. Existen dos variantes: el tren de alta velocidad Eurostar, para pasajeros, y el tren Shuttle, para vehículos.
El Eurostar tarda 2 horas y 20 minutos para viajar desde Londres a París, y una hora con 57 minutos de Londres a Bruselas.
El día de la inauguración, Isabel II expresó que por primera vez los jefes de ambos países pudieron encontrarse sin tomar un barco o un avión.
Aquel 6 de mayo de 1994, la Reina Isabel II de Inglaterra y el presidente francés, Francois Mitterrand, inauguraron el túnel bajo el canal de la Mancha, el Eurotúnel.