Una de las mujeres israelíes lideradas por Hamas, dijo que "pasó por un infierno" durante su secuestro y que "fue bien tratada en su cautiverio". La señora de 85 años, fue llevada a un hospital junto a otra de 79, pero sus maridos siguen prisioneros.
En ese contexto, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que "la liberación de todos los rehenes, era el primer objetivo de la campaña militar".
Mientras siguen los bombardeos, desde Israel, el jefe del ejército de la ofensiva terrestre está demorada por "cuestiones tácticas y estratégicas", y aumenta la presión diplomática sobre Israel para frenar las bajas de civiles.
"El tiempo se acaba, y los refugiados palestinos necesitan combustible para los hospitales, donde ya cerraron seis. Hay que reforzar la ayuda humanitaria que entra por camiones a Gaza", señaló Joe Biden, el presidente estadounidense.
Al reclamo se sumaron los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdoğan, respectivamente. Un enojado jefe de la ONU, António Guterres, afirmó que "ninguna de las partes en un conflicto está por encima del derecho humanitario internacional".
No obstante, el emir de Qatar criticó a las naciones que apoyan a Israel porque "le dieron un permiso para matar a palestinos".
Por su parte, el presidente brasileño, Lula da Silva, cuestionó los bombardeos constantes sobre la Franja de Gaza, al afirmar que "Israel no tiene que matar millones de inocentes".
