Hubo una época en la que para los argentinos era conveniente cruzar a los países limítrofes para hacer compras. Desde hace un tiempo, esto se invirtió. Para los uruguayos termina siendo un negocio la llamada inflación de frontera.
Un relevamiento privado muestra que comprar una canasta con la misma cantidad de productos en Concordia, Entre Ríos, puede llegar a costar un 63% menos que en Salto, Uruguay.
Es destacable la diferencia en el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas ya que las galletitas dulces, alfajores, arroz, harina, yerba y café, entre otros, para el uruguayo son un 66% más baratos.
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Este mismo número asciende hasta un 70% si hablamos de bebidas alcohólicas y de cigarrillos. La brecha se reduce al referirse a la indumentaria y calzado, con una ventaja para los uruguayos del 45%.
El balance general indica un promedio de utilidad para quienes llegan de Salto del 63%. Los rubros ponderados, además de los mencionados, son artículos para el hogar, transporte, artículos escolares.
Haciendo la cuenta al revés, el uruguayo que va de Concordia a Salto se encontrará, atención al dato, con productos un 174% más caros.
