Hay negocios que venden desde golosinas hasta revistas, libros y otros productos, lo que dejó en desventaja a los kioscos de barrio. La realidad de estos kioscos está en jaque por la proliferación de cadenas de comercios que complican su actividad.
“Es muy crítica la situación de los kioscos en el centro en donde la gente iba a trabajar y al mediodía iba y compraba algo para comer, porque con que haya movimiento de gente algo vas a vender”, explicó un miembro de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA), Ernesto Acuña.
También añadió que están complicados porque esas zonas son donde las cadenas comerciales se hicieron más fuertes. “En Palermo, el Centro y Belgrano nos complica tanto la pandemia como las cadenas comerciales”, expuso Acuña.
“Estas cadenas le piden a las inmobiliarias las esquinas, entonces en donde antes había dos kioscos ahora hay cinco”. “Con respecto a los precios, en muchos kioscos vendemos más baratos de lo que venden ellos, entonces no nos compiten con los precios sino con la cantidad de locales que tienen”, comentó el miembro de UKRA.
