En comunicación con RePerfilAr, Marco Enríquez-Ominami, político, uno de los fundadores del grupo de Puebla y cineasta chileno, habló sobre el 47 aniversario del golpe en Chile.
Marco Enríquez-Ominami, dirigente chileno, explicó que el aniversario “siempre es un día muy duro para Chile porque fue el inicio de una noche muy oscura, de 17 años con muertos, muchas torturas, exonerados, exilio, en la democracia más larga de América Latina, más continua hasta esa fecha. Se rompió este pacto democrático. Allende el primer presidente marxista, electo democráticamente fue derrocado por fuerzas de derecha, militares. Lo que ocurre es que hemos recuperado la democracia hace ya 30 años. En este día son mezclas de cosas, yo tengo exactamente la edad del golpe de Estado y soy hijo, nieto, hermano de muertos, asesinados. Tengo una mezcla, por un lado hay mucha tristeza. Una especie de aniversario complicado. Pero, por otro lado, es el día del año más importante de la historia de la independencia chilena. Porque en octubre Chile va a ir al primer plebiscito de su historia sobre su Constitución. Entonces hay una movilización electoral, hoy hay gente en la calle protestando en medio de este virus mutante desconocido, desagradable, covid 19. Y estamos también los que entendemos que es un día, una mezcla de reflexión y acción. Un momento fascinante y al mismo tiempo emotivo en el dolor”.
Enríquez-Ominami expresó que “después de las protestas de octubre de 2019 en Chile, las más importantes de nuestra historia donde los jóvenes tomaron las calles durante meses. Se acabó el determinismo al que nos tenían sometidos con una Constitución de Pinochet, llena de candados, un dictador con una manera de entender los derechos sociales. En Chile, las universidades públicas son pagadas. Hasta hace poco tiempo, si medias el PBI era la más cara del mundo. Esto es como que la UBA de Buenos Aires, fuera la más cara de Argentina. Es que en Chile, los derechos sociales se traspasaron a las tarjetas de crédito. Eso es obra de los economistas de Chicago que asesoraron a Pinochet entonces, en conjunto materias, es una sociedad en fondo, que un periodista calificó brillantemente como la Corea del Norte capitalismo. Todo es extremo”.
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El político y cineasta chileno remarcó que “los opositores, todos, lo que pedimos es un cambio. Que avance sea algo moderado, humanista ni siquiera progresista. Donde la educación, conocimiento sea de acceso gratuito. Donde básicamente el que tiene que pagar más pague más. Esas anomalías de una pequeña economía como la chilena son fundamentales para que vuelva la paz y por tanto la inversión tranquila”.
