La extensión de la cuarentena en Argentina trajo consecuencias. Entre ellas, una positiva: el descenso de los siniestros viales. Sin embargo, con las aperturas volvieron a ascender los índices que nuevamente preocupan a las autoridades.
“En 2020, en función de la merma en la circulación, tuvimos una baja considerable. Hubo 50 por ciento de reducción en cuanto a víctimas fatales. Estábamos en 6 mil y el año pasado fallecieron 3 mil 100 personas”, precisó Pablo Martínez Carignano, director de la Agencia de Seguridad Vial a RePerfilAr.
“Una responsabilidad la tiene el Estado que es el que debe educar, concientizar, cuidar, corregir, proteger y vigilar la educación vial”, expresó Pedro Perrotta, presidente de la Asociación Corazones Azules.
Además del refuerzo de la prevención, el Gobierno avanzaría en los próximos meses con el endurecimiento de las penas y en una nueva ley que fija en 0 el consumo de alcohol previo a conducir. “Las leyes tienen que ser firmes, se tiene que hacer cumplir la ley. Nosotros pretendemos tolerancia cero para todo el país”, puntualizó Perrotta.
Conductor designado: una opción que cada vez eligen más los jóvenes
Carignano presentó en el Congreso un proyecto para la creación de la figura del homicidio vial, la Ley Tahiel. “Esto le va a permitir a los jueces, para casos puntuales y concretos, salir de la dicotomía de si se quiso cometer el accidente o no, que es una maraña doctrinaria y jurídica que muchas veces está alejada de lo que realmente sucedió. Si se aprueba estoy convencido de que vamos a dar un gran paso para llamar las cosas por su nombre. Algunos matan sabiendo que podrían hacerlo, sin medir las consecuencias de sus actos. Tienen que tener una sentencia justa”, manifestó el director de la ANSV.
Desde septiembre del 2020 crecieron un 50 por ciento los muertos en accidentes de tránsito. En Argentina significa la principal causa de fallecimiento de jóvenes entre 15 y 24 años.