El 2020 cerró con una inflación del 36,1% pese a la pandemia y a la gran recesión que sufrió la Economía. Entre los rubros más afectados y que marcan un alza por encima del promedio se encuentran indumentaria, con un aumento del 60%, recreación con un 48% de incremento, y alimentos y bebidas con un 42,1% de aceleración, siendo este último el que más preocupa al Gobierno.
En este contexto, Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), analizó el resultado inflacionario de 2020, su impacto en los alimentos y, particularmente, en el poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones.
Letcher aseguró: “Me animo a afirmar que en 2020 los trabajadores registrados tuvieron aumentos por encima del nivel de la inflación, por lo que seguramente no hubo una pérdida del poder adquisitivo. La actividad volvió a niveles de finales de 2019, lo cual es positivo porque en el medio estuvo la pandemia”.
“Hubo una gran reducción de la inflación en 2020 en comparación con el 2019”, aseguró el director del CEPA, quien luego completó: “Sin embargo, desde hace unos meses se viene instalando la idea de que este año tendremos una inflación cercana al 50%”. Asimismo, Letcher afirmó que en 2021 “habrá mucha puja distributiva”.
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Finalmente, el contador se refirió al aumento inflacionario en el rubro alimenticio: “No puede ser que la carne haya aumentado un 20% en el mes de diciembre, no hay motivos para que haya subido tanto, ya que el maíz solo representa un 8% del precio de la carne”. En esa misma línea, Letcher sentenció que existe “picardía” a la hora de marcar el aumento de precios.
