Esta temporada de verano, los argentinos se encontraron con una sorpresa en los precios de las verduras. Es que tanto el tomate como la lechuga, los dos componentes básicos para hacer una ensalada duplicaron el valor de venta al público en los últimos diez días.
A pesar de una inflación que no da tregua, el fuerte incremento de estos vegetales no responde solo a este factor, sino que se debe mayoritariamente a la ola de calor que azotó al país los primeros días de enero y afectó la producción.
No obstante, esta merma en la producción disparó los precios. De manera que el kilo de lechuga trepó a $800 en la Ciudad de Buenos Aires, y hasta más de 1000 en el interior de la provincia.
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En tanto el kilo de tomate superó los 500 pesos dependiendo de la región.
En ese contexto, los productores explicaron que en dos semanas los mayoristas podrán reponer mercadería y así el precio de venta volverá a bajar. Sin embargo, en el mientras tanto, una ensalada básica para cuatro personas, con otros vegetales, ronda los mil pesos.