El clima digital es aún peor para el Gobierno que el desatado por el Caso Vicentin. La oposición busca generar un #1A más masivo en las calles que el pasado #9J.
Desde el minuto cero del anuncio -y aún antes-, la reforma judicial lanzada por el gobierno de Alberto Fernández empezó a despertar rechazos en las redes sociales. Las métricas que evalúan a través de algoritmos las menciones positivas y negativas arrojan estos primeros resultados: 68% se manifestaron en contra de la reforma y 32%, a favor.
En la batalla de los hashtags, es decir, las etiquetas digitales que mejor expresan lo que sucede en la grieta política argentina, encontramos un diferencial todavía mayor. El 84.3% de los hashtags son contrarios a la medida y, a favor, apenas un 15.7%.
Las etiquetas #NoALaReformaJudicial y #1AnoALaReformajudicial son las más difundidas para agrupar los rechazos y la convocatoria a una movilización para mañana, 1 de agosto, con la intención de repetir o superar lo ocurrido en las calles el pasado 9 de julio, Día de la Independencia.
Del lado de quienes se manifiestan a favor de la reforma promovida por el Gobierno, los hashtags apuntan en general a la responsabilidad del expresidente Mauricio Macri en la fuerte intervención política de la Justicia como principal problema a enmendar.
De qué reforma judicial estamos hablando
Más de 24 millones de cuentas únicas recibieron publicaciones sobre la reforma judicial durante julio. Y más de 47 millones de usuarios fuera de las redes sociales interactuaron sobre un tema que había generado expectativa bastante antes del anuncio formal.
En cuanto a los principales influencers de esta ola, en Twitter se destacaron dos y no es casual que compartan la vereda de los críticos: Diego Álzaga Unzué, militante habitual del anti kirchnerismo, llamó a rechazar el debate del proyecto en el Congreso; y el diputado nacional Mario Negri, que fue más cauto y advirtió que van a debatir, pero siempre y cuando no haya una idea de politización de la Justicia.
Vale destacar que la discusión está teniendo un clima digital aún peor que el desatado por la "expropiación" del Grupo Vicentin.
*Periodista. Esta columna fue tomada del formato audiovisual.
