El primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-ocha, generó una gran polémica en el país al rociar con lo que parecía alcohol desinfectante a unos periodistas debido a una pregunta que le molestó.
La extraña reacción del mandatario, que ocurrió el martes en la sede del Gobierno, se volvió viral en las redes sociales y en Twitter la etiqueta #fueraPrayut acumuló hasta este miércoles casi 60.000 reacciones.
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La vergonzosa situación tuvo lugar cuando una periodista preguntó sobre la renovación de tres puestos ministeriales, a lo que Prayut respondió primero que aún no tenía información y luego espetó que no debería haber preguntado eso. A continuación, agarró el espray y pulverizó con desinfectante a la primera línea de los reporteros mientras se tapaba la boca con una mascarilla que llevaba en la mano y abandonaba la rueda de prensa.
