Debido a las nuevas restricciones y a los feriados, hay menos gente en las calles. Sin embargo, durante el fin de semana largo, los casos siguieron aumentando, los testeos bajaron y cada vez hay menos disponibilidad de camas en los hospitales. A esto se le suma que, este fin de semana en todo el país se realizaron 150 mil testeos de los que el 32 por ciento fue positivo.
Un enfermero del Hospital Durand, Héctor Ortiz comentó: “En el hospital tenemos tres pisos de COVID moderado llenos, las terapias intensivas repletas y hay una tercera terapia que tiene tres camas libres pero no se le puede incorporar más pacientes porque no hay médicos permanentes”. “Ya estamos sobrecargando el trabajo de los médicos y enfermeros”.
“El ciudadano antes de venir a testearse debe venir con más de dos síntomas con una persistencia de más de 72 horas para que el resultado que se tenga que dar sea claro sobre el problema del paciente”, explicó Ortiz. Luego agregó que "si bien los testeos bajaron un 50%, hay un promedio de 200 personas con una positividad del 35 al 40 por ciento".
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“Estamos colapsados los sanatorios privados y las clínicas, está colapsado todo lo que es terapia intensiva”, expresó un integrante de la guardia del hospital Durand, Ariel González. “Estamos muy agotados, los sueldos que hay son muy bajos y no llegan a cubrir la canasta básica”, indicó.
