El acuerdo para producir una eventual vacuna contra la covid-19 del laboratorio AstraZeneca en Argentina y México permitirá adelantar un año su disponibilidad en América Latina, aseguró este miércoles la fundación del magnate mexicano Carlos Slim, que financiará la producción del fármaco. "La idea de este acuerdo es ahorrarnos un año de tiempo para que América Latina pueda tener esta vacuna", dijo Arturo Elías Ayub, vocero de Carlos Slim.
Elías Ayub explicó que la fundación del empresario de las telecomunicaciones ya está destinando recursos financieros al proceso y que ya se negoció con dos laboratorios, uno en cada país, la producción de la potencial vacuna. Ni AstraZeneca ni Slim tendrán ganancias en la producción, añadió Elías Ayub al señalar que la principal motivación del magnate para participar en el proyecto es "salvar vidas", seguida de la necesidad de preservar la salud e impulsar la reactivación económica.
El acuerdo fue anunciado en Buenos Aires por el presidente Alberto Fernández y más tarde el canciller mexicano Marcelo Ebrard celebró que América Latina podrá tener acceso a la "vacuna puntera" al ser el proyecto AstraZeneca y la universudad de Oxford uno de los más sólidos y avanzados. La región, excepto Brasil, podrá acceder "al mismo tiempo que los países desarrollaros a una vacuna efectiva y a un precio que no contempla lucro porque fue la condición que puso Oxford", dijo de su lado Ebrard a la cadena Televisa.
El acuerdo surgió mientras la región registra los números más altos de casos positivos de Covid-19 desde el inicio de la pandemia, con más de 5,7 millones de casos y más de 226.999 fallecimientos. El auge del virus en la región más afectada del mundo pone en duda la reapertura en la que avanzan allí los países a fin de aliviar el grave impacto económico que produce la crisis sanitaria, al tiempo que obliga a algunos, como Perú, a reinstalar restricciones.
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Perú y Brasil, en peligro
En Perú, el presidente Martín Vizcarra anunció la reinstauración del toque de queda dominical y la prohibición de las reuniones sociales y familiares. El país de 32,9 millones de habitantes es, con 653 muertes por millón, el latinoamericano más golpeado en términos proporcionales. Hasta ahora, acumula más de 489.600 casos y 21.501 decesos, cifras que lo ubican como el tercero en la región con más contagios y muertos por la pandemia en términos absolutos, detrás de Brasil y México.
"A partir desde este domingo, se vuelve a la inmovilización obligatoria a nivel nacional", dijo Vizcarra al anunciar estas medidas, seis semanas después del inicio de un desconfinamiento gradual.
En Brasil, donde se registra la mayoría de los contagios de la región, con casi 3,2 millones, y más de 104.000 muertes, Joao Doria, el gobernador del estado Sao Paulo, anunció este miércoles que contrajo la enfermedad. "Desgraciadamente di positivo, estoy con coronavirus. Absolutamente asintomático, me siento bien, voy a mi casa y seguiré el protocolo médico", dijo Doria, rival del presidente Jair Bolsonaro, a quien acusa de minimizar la gravedad de la pandemia.
En Santiago de Chile, otra de las ciudades donde rige parcialmente una de las cuarentenas más extensas del mundo tras casi cinco meses de confinamiento, el encierro se levantará la próximo semana tras una mejora en los índices de contagios. A partir del lunes, la zona céntrica de la capital se sumará a otras seis que ya salieron de la cuarentena y entraron en la llamada fase de "transición", previa al desconfinamiento completo.
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Economías golpeadas
La pandemia contagió a 20,5 millones de personas en todo el mundo y ha causado 745.783 muertos, según cifras oficiales, y al trágico saldo de vidas se le suman caídas económicas reflejadas por nuevos datos desalentadores.
Este miércoles se publicaron las cifras oficiales del segundo trimestre en Reino Unido, donde se confirmó una recesión histórica, con una caída mayor al 20% del PIB. Para 2020, el Banco de Inglaterra prevé una caída de 9,5% del PIB de Reino Unido, que ha sufrido más de 41.000 decesos a causa del virus, cifra divulgada este miércoles luego de una revisión del sistema de cómputo de las víctimas mortales.
Los efectos de la pandemia son demoledores incluso en países donde el balance de pérdidas humanas es menos severo, como Nueva Zelanda, donde hubo 22 muertos sobre una población de cinco millones. Este miércoles, la primera ministra Jacinda Ardern analizaba aplazar las elecciones del 19 de septiembre debido a la aparición de ocho nuevos casos por primera vez desde mayo, lo que llevó a las autoridades a decretar un confinamiento de al menos tres días en Auckland.
DS