Este domingo como cada 25 de junio se conmemora el Día Mundial del Vitiligo, una enfermedad cutánea crónica que se caracteriza por la aparición de manchas blancas en diferentes partes del cuerpo como consecuencia de la despigmentación de la piel.
"El Vitiligo es una enfermedad crónica de la piel en la cual se produce la pérdida de pigmentación cuando las células que producen melanina mueren o dejan de funcionar", explicó en diálogo con PERFIL la dermatóloga Leisa Molinari, Directora del Centro Médico de la Piel ubicado en la Ciudad de Buenos Aires.
Una vez que se produce dicha pérdida de pigmentación como consecuencia aparecen manchas blancas por todo el cuerpo de los pacientes. Si bien esto no implica grandes complicaciones en cuanto a la salud, puede afectar fuertemente a las personas a nivel emocional.
"No es doloroso ni contagioso. No tiene síntomas ni impactos en su salud, pero la enfermedad puede estar asociada a problemas de autoestima, dificultad en las relaciones sociales y ansiedad por la incertidumbre sobre la evolución y tratamiento", precisó Molinari.
En este sentido, la dermatóloga sostuvo que "la ansiedad y el estrés hacen que la propia enfermedad empeore", lo que podría envolver al paciente en un ciclo de desgaste y presión psicológica que agrave la aparición de las manchas.
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En lo que respecta a los motivos que desencadenan esta enfermedad, la dermatóloga señaló que "se desconoce la causa exacta", aunque "se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos, autoinmunes y ambientales".
"Se ha observado que existe una mayor incidencia en personas con antecedentes familiares de la enfermedad. Al mismo tiempo, también se ha asociado con desencadenantes como el estrés, lesiones en la piel y enfermedades autoinmunes", remarcó.
Cabe mencionar que el Vitiligo puede afectar tanto a niños como adultos y suele aparecer entre los 10 y 30 años, afectando con más frecuencia la zona de la cara, alrededor de los ojos, nariz y boca, y el dorso de las manos y los pies.
"No existe una cura definitiva para el Vitiligo", sentenció Molinari, aunque hizo referencia a los diferentes tratamientos disponibles en la actualidad, entre los que se incluye "el uso de medicamentos tópicos, la terapia de luz (fototerapia), los tratamientos con láser, terapia oral y, en algunos casos, procedimientos quirúrgicos".
De esta forma, en diálogo con este medio insistió en que "la elección dependerá del paciente y de la evaluación médica individual" que se realice en cada caso.
En relación a los procedimientos quirúrgicos, la dermatóloga mencionó el trasplante de piel, una opción poco implementada, y aclaró: "Si bien los riesgos son muy bajos, se debe recordar que las manchas blancas tienen un impacto estético, y dejar una cicatriz en otra zona, en primera instancia, no resulta de costo efectivo para el paciente".
El costo emocional y psicológico
"El Vitiligo puede tener un impacto emocional significativo en quienes lo experimentan", afirmó la profesional médica y reiteró que la aparición de las manchas blancas en el cuerpo "puede provocar ansiedad, baja autoestima, depresión y dificultad en las interacciones sociales".
Como consecuencia de los estigmas y prejuicios, loa pacientes con Vitiligo no sufren por la enfermedad como tal, sino por la exposición que esta produce y la cantidad de comentarios discriminatorios e hirientes que pueden llegar a recibir.
"Las estadísticas muestran que los pacientes con enfermedades dermatológicas tienen un 20% más de alteraciones psicológicas que el resto de la población", sostuvo Molinari en base a diferentes estudios consultados.
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Asimismo, enfatizó en el papel fundamental de la edad y al impacto que el diagnóstico produce en el paciente. "La mayoría de los diagnósticos se realizan antes de los 30 años, una etapa de la vida que puede considerarse muy sensible desde el punto de vista emocional", detalló.
"Es esencial brindar apoyo emocional a las personas afectadas, fomentar la aceptación de su condición y promover la conciencia y la inclusión en la sociedad", concluyó la dermatóloga haciendo hincapié en la importancia de complementar los tratamientos con asistencia psicológica siempre que sea necesario.
AS/ff
