Desde el año 2008, todos los 25 de mayo se celebra el Día Mundial de la Tiroides, propuesto por diferentes asociaciones internacionales de salud. Con ello, se pretende crear conciencia en las personas acerca de la importancia del funcionamiento de esta glándula y su impacto en diferentes partes del organismo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que aproximadamente unas 750 millones de personas padecen de alguna afección en la tiroides, de las cuales un 60% lo desconoce.
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La tiroides es una glándula pequeña, en forma de mariposa, que se localiza en la parte anterior de la base del cuello y produce hormonas, conocidas como T3 (triyodotironina) y T4 (tiroxina), que llegan a través del torrente sanguíneo a todo el organismo, para su correcto funcionamiento.
Este órgano, que forma parte del sistema endocrino, puede regular la temperatura, el crecimiento, el desarrollo, la reproducción, e interviene en el funcionamiento de las células del corazón, el intestino, los músculos y el cerebro.
Afecciones de la tiroides
Existen dos tipos de afecciones en las glándulas tiroideas. Por un lado, están las anatómicas, que alteran su estructura; como es el bocio, que implica un agrandamiento de la tiroides; los nódulos, que generan bultos en la parte del cuello; o el cáncer de tiroides. Por otro lado, estan las patologías que afectan su funcionamiento, donde se puede encontrar el hipotiroidismo y el hipertiroidismo.
El hipotiroidismo se produce cuando la tiroides no produce la suficiente secreción de hormonas necesarias para un correcto desempeño del organismo. Por el contrario, el hipertiroidismo sucede cuando el cuerpo produce más hormonas tiroideas de las que se necesita.
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Eduardo Faure, miembro del Departamento de Tiroides de la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo (SAEM), comentó sobre ello en conversación con PERFIL: "estudios prueban que entre un 20% y un 30% de la población puede tener alguna patología tiroidea".
El endocrinólogo explicó que una de las causas más comunes por la que se produce el hipotiroidismo es por la tiroiditis autoinmune, también conocida como la tiroiditis de Hashimoto. Esta enfermedad consiste en que "nuestro propio organismo no reconoce como propios los antígenos que están en la tiroides y produce anticuerpos que atacan a la glándula", señaló el médico.
Por otra parte, la enfermedad de Graves es una de las causas del hipertiroidismo y funciona con un mecanismo similar, pero el sistema inmunológico en lugar de frenar las glándulas tiroideas las estimula.
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Los factores de riesgo para desarrollar enfermedades tiroideas pueden ser la predisposición genética hereditaria, determinadas situaciones ambientales, estrés, exposición a radiación (por ejemplo radioterapia en la zona del cuello), la deficiencia de yodo en la dieta o el consumo de algunos fármacos.
Síntomas de las enfermedades de tiroides
Las enfermedades tiroideas, en especial el hipotiroidismo, pueden ser difíciles de identificar ya que suelen desarrollarse lentamente a lo largo de los años. Además, presentan síntomas que se comparten con otras afecciones o que incluso pueden confundirse con la vida cotidiana, como es el cansancio y la caída de cabello.
Síntomas del hipotiroidismo
Dependen de la gravedad de la patología y se relacionan con una ralentización de la actividad funcional de todos los sistemas del organismo. Según el Ministerio de Salud, estas son algunas de las formas en las que se puede manifestar:
- Cansancio
- Piel seca y fría
- Disminución de la frecuencia cardíaca
- Somnolencia
- Caída de cabello
- Aumento o dificultad para bajar de peso
- Constipación
Síntomas del hipertiroidismo
Están relacionados con una aceleración de las funciones del organismo. Entre las formas en las que se presentan los signos de este trastorno se pueden encontrar:
- Nerviosismo excesivo
- Insomnio
- Palpitaciones
- Piel cálida y sudorosa
- Aumento de la frecuencia cardíaca con palpitaciones
- Pérdida de peso a pesar de coexistir con apetito aumentado
- Diarreas frecuentes
- Temblor leve en las manos y dedos
- Ojos saltones y mirada brillante
Si la persona sospecha que puede presentar alguna de estas patologías, deberá consultar con un médico endocrinólogo, que será quien considere pertinente o no recetar estudios en base a la examinación del paciente y de sus glándulas tiroideas.
Los análisis se realizan a través de pruebas de sangre de anticuerpos tiroideos, mediante una ecografía de tiroides, y/o con un control de absorción de yodo radiactivo.
El hipertiroidismo y la afección en la vista
Una de las causas más frecuentes del hipertiroidismo se debe a la enfermedad de Graves, la cual es un trastorno del sistema inmunitario que da lugar a la sobreproducción de hormonas tiroideas. Esta puede provocar síntomas como la aparición de ojos saltones y problemas en la vista, una afección llamada oftalmopatía.
La incidencia del hipertiroidismo de Graves en la población general ronda los 210 casos por millón de personas al año, sobre todo entre pacientes de 40 a 60 años de edad, con una relación mujer-hombre de 3,9 casos contra 1, respectivamente. Mientras tanto, la incidencia de la oftalmopatía de Graves es de 42,2 casos por millón por año, es decir del 20,1% de los pacientes con hipertiroidismo de Graves.
“Una enfermedad que afecta a la glándula tiroides puede comprometer el globo ocular, provocando una inflamación de los tejidos que rodean a los ojos, tanto musculares como adiposos, y un aumento del tamaño de esos tejidos”, explica el doctor Rodolfo Vigo (MN 1030053), jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Austral.
Según el especialista, los síntomas suelen ser evidentes: “La retracción palpebral, que provoca que uno de los párpados parezca más abierto que lo normal, es el problema más frecuente en esta enfermedad, y puede afectar tanto al párpado superior como al inferior. Lo propio ocurre con los exoftalmos, u ojos saltones; la visión doble, y el edema de párpados”.
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Tratamiento para las enfermedades de la tiroides
Según indica el Ministerio de Salud, para el tratamiento del hipotiroidismo se receta la toma diaria del medicamento de la hormona tiroidea, llamado levotiroxina (Levo-T, Synthroid, otros). El fármaco se ingiere por vía oral y restablece los niveles de la hormona a los rangos saludables, eliminando los síntomas.
La dosis inicial depende de distintas variables como la edad, el peso, la severidad y duración de lo síntomas o la presencia de otras enfermedades. Es posible que el paciente deba ingerir levotiroxina de por vida, aunque la cantidad se ajusta cada 4 a 6 semanas, dependiendo la eficiencia del medicamento.
Por otra parte, para el tratamiento del hipertiroidismo se realizan distintas terapias según la gravedad de la patología y de lo que el médico endocrinólogo considere más pertinente para cada caso.
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Medicamentos
Betabloqueantes: son los que pueden reducir los síntomas de temblores, latidos cardíacos rápidos y nerviosismo. Funcionan rápidamente y pueden hacer sentir mejor al paciente hasta que otros tratamientos surtan efecto.
Antitiroideos: Hacen que la tiroides produzca menos hormona tiroidea. Es probable que se necesite ingerirlos durante 1 a 2 años, aunque en algunos casos es posible que deban ser tomados durante varios años. Es el tratamiento más simple pero no cuenta a menudo con una cura permanente.
Terapia con yodo radioactivo
Es un tratamiento común y considerado efectivo para el hipertiroidismo, ya que el 90% de los pacientes consigue la remisión. Consiste en tomar yodo radioactivo por vía oral a través de una cápsula o líquido. Esto destruye lentamente las células de la glándula tiroides que producen la hormona tiroidea.
El efecto secundario de esta terapia es que casi todas las personas que reciben tratamiento con yodo radiactivo desarrollan más tarde hipotiroidismo. Esto se debe a que las células productoras de hormona tiroidea son destruidas. Pero, según especialistas, el hipotiroidismo es más sencillo de tratar y causa menos problemas de salud a largo plazo que el hipertiroidismo.
A su vez, el embarazo es una contraindicación absoluta del tratamiento con yodo y las mujeres en edad fértil, antes de ser tratadas, deben tener una prueba de embarazo negativa.
Cirugía
Se realiza en casos excepcionales y sirve para extirpar parte o la mayoría de la glándula tiroides. Suele utilizarse en personas con bocios grandes o que no pueden ingerir medicamentos antitiroideos.
Si se extirpa toda la tiroides el paciente deberá tomar levotiroxina por el resto de su vida. También, algunas personas a las que se le quita solo una parte también deberán tomar este medicamento.
rv / ds
