La diabetes es una enfermedad del metabolismo "silenciosa" que no genera dolor y que afecta a personas de todas las edades. Debido a su crecimiento exponencial de las últimas décadas, algunos especialistas ya la conciben como una pandemia, por lo que surgen alertas en torno a la importancia del diagnóstico temprano y un tratamiento que garantice una buena calidad de vida a quienes la padecen.
"La diabetes es una enfermedad metabólica causada por la alteración del azúcar en el cuerpo a raíz de ineficacia o carencia del efecto de la insulina, una hormona fabricada en el páncreas que facilita que el azúcar de los alimentos entren a las células para que el cuerpo obtenga energía", dijo a PERFIL la doctora Silvia Gorban de Lapertosa, presidenta de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD).
A cien años del descubrimiento de la insulina, un dato desalentador es que en los últimos cuarenta años se cuadruplicaron los casos de diabetes. En la actualidad 560 millones de adultos la padecen en el mundo, por lo que ya es considerada una pandemia, mientras que el 12,7% de la población argentina adulta fue diagnosticada.
La enfermedad tomó otra dimensión en medio de la emergencia sanitaria del Covid-19 dado que los pacientes diagnosticados, sus familiares y el personal médico se enfrentaron con un doble desafío al ser población de riesgo y una de las comorbilidades asociadas a las muertes por la infección respiratoria.
"Cualquier infección descompensa a la persona con diabetes. La pandemia de coronavirus generó dificultades en el acceso a la medicación debido al aislamiento e incluso disminuyó en un 50% el control de los pacientes con enfermedades crónicas", agregó la especialista.
La epidemia de la diabetes en la pandemia del coronavirus
Causas de la diabetes
Según la Organización Mundial de la Salud, la diabetes es una enfermedad crónica que surge cuando el páncreas no produce suficiente insulina (tipo 1) o cuando el organismo no usa la que produce de manera eficaz (tipo 2). De esta manera, el organismo pierde la capacidad de regular los niveles de azúcar en sangre en forma automática.
"La insulina es una hormona cuya función es hacer entrar el azúcar de los alimentos dentro de las células para dar energía a tu cuerpo. Todos tenemos azúcar en la sangre, entre 70 y 100 miligramos por decilitros es lo normal. Una manera de diagnosticar la enfermedad es cuando en ayunas una persona supera los 126 miligramos", subrayó Gorban de Lapertosa.
Lo cierto es que cada vez que una persona con diabetes come, la glucosa no logra entrar a las células por sí mismas, por lo que aumenta en sangre y se elimina por orina. De esta forma, no solo no se aprovecha la energía de los alimentos sino que el cuerpo comienza a consumir músculos para subsistir, lo que puede derivar no solo en desnutrición sino en complicaciones de otros órganos.
Tipos de diabetes
"El 90% de los diabéticos tienen diabetes tipo 2, asociado a factores como el sobrepeso y la obesidad, como también la genética, que una vez diagnosticado se trata con medicación de por vida. Se da en general en los adultos, quienes pueden tener la enfermedad sin saberlo porque no genera malestar, con síntomas como orinar o tener sed en exceso, pérdida de peso, picazón en los genitales", detalló la especialista.
Por otro lado, la diabetes tipo 1 es la menos común pero la más visible y afecta principalmente a niños y jóvenes delgados a partir de una falla autoinmune, con síntomas "más florales", como hacerse pis en la cama, trastornos de conducta, delgadez o mal aliento. En estos casos el diagnóstico es más rápido y los pacientes requieren de la provisión de insulina de manera externa.
"Inyectarse insulina no quiere decir estar peor, la insulina genera mucha discriminación, por eso es importante el rol de la escuela en la concientización, educar a toda la comunidad educativa sobre el tema", puntualizó Lapertosa.
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Recomendaciones
- Una vez diagnosticado, entender que el tratamiento es de por vida.
- Llevar un plan de alimentación saludable adecuado al estilo de vida y hacer ejercicio.
- Hacerse examen de fondo de ojo y de los pies una vez por año.
- Llevar un control de la presión.
- Tener el peso lo más cercano posible al normal.
- Personas con factores de riesgo (sobrepeso, obesidad, antecedentes) deben chequear una vez por año los niveles de azúcar en sangre.
cd / ds