SOCIEDAD
polemica

A pocos metros, otra química amenaza la salud de los vecinos

Se trata de Dioxitek, una firma que tiene orden de traslado desde 2012. El intendente Mestre prometió clausurarla el lunes próximo.

Sintomas. La presencia de gases tóxicos les produjo dolor de cabeza y vómitos a los lugareños.
| Telam

A pocas cuadras del lugar donde ocurrió la explosión, en el corazón del barrio Alta Córdoba, se encuentra Dioxitek, una de las firmas que más controversias generaron en la provincia en los últimos años. Pertenece a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y  un porcentaje menor a la provincia de Mendoza, y elabora dióxido de uranio, una materia prima que se provee a las centrales nucleares del país.
Ayer, el intendente Ramón Mestre aseguró que “el lunes estarán los responsables de Control y Fiscalización clausurando definitivamente la planta”, ya que cuenta con una orden de traslado que data de 2012 y nunca se realizó. Ese mismo año fue clausurada por al Municipalidad cordobesa. Mestre dijo, sin embargo, que esta decisión no tenía que ver con el suceso ocurrido.

El 29 de septiembre de 2012 la Municipalidad clausuró la planta por violar la ordenanza 8.133 de uso de suelo. Luego, en noviembre de ese mismo año, se firmó un convenio con la CNEA –propietaria de la empresa– y Dioxitek para que la planta se traslade a otro lugar en el plazo de 18 meses, con posibilidad de seis meses de prórroga. El convenio firmado implicaba, además, el saneamiento del predio en el que se encuentran enterradas 57.600 toneladas de colas de uranio, conocido en Córdoba como El Chichón.
Según se anunció en aquel entonces, la planta iba a ser movida a Formosa, pero aún sigue en el mismo lugar, por lo que el intendente anunció su clausura.

En tanto, especialistas consultados por medios locales aseguraron que si Raponi Industrial Química SRL –la empresa donde se produjo la explosión– almacenaba grandes cantidades de solventes, también debía estar ubicada en las afueras de la ciudad, por la peligrosidad que éstas suponen a altas temperaturas.
“Cuando se trata de grandes cantidades de solventes, la norma indica que los depósitos deben estar en lugares despoblados, en las afueras de la ciudad, como sucede con la pirotecnia a granel”, sostuvo el responsable del área química de una empresa local al diario La Voz del Interior.
Según el medio, existe una versión que dice que en la planta se almacenaban químicos de tintorería –ya que era proveedor del rubro– además de los productos de limpieza que producía (para los que contaba con habilitación de la Dirección de Bomberos de la Policía desde 2009). Uno de los productos más utilizados en las tintorerías es el percloroetileno, un producto químico que cuando se evapora resulta ser tóxico e inflamable. La presencia de ese químico en el aire podría haber provocado los síntomas en los vecinos, tales como dolores de cabeza, vómitos e irritación en el sistema gastrointestinal.

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A una cuadra del lugar también funciona otra sede de la firma que los bomberos se disponían a revisar ayer en busca de otros productos químicos.
La explosión se produjo el jueves por la noche por motivos que aún se desconocen. El estallido dejó un cráter de gran dimensión, y más de sesenta heridos, dos de ellos de gravedad. Sergio Hilton Raponi (52), el responsable de la firma, fue detenido ayer.