SOCIEDAD
Cuatro terminales de micros en el Parque Tres de Febrero

Ahora se llama "El paseo de los colectivos"

En los ´90, el Paseo de la Infanta fue un lugar de restaurantes y boliches "top". Por problemas con las concesiones, quedó deshabitado. El gobierno porteño aprobó la instalación de las empresas de transporte.

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Icono de la movida nocturna de los 90, el Paseo de la Infanta, ubicado en el parque Tres de Febrero, se convirtió en una precaria estación con cuatro líneas de colectivos para que otro lugar, que antes albergaba a los conductores, se convierta en espacio verde. Por seis meses, los coches de las líneas 36, 141, 161 y 188 tienen el permiso del Gobierno de la Ciudad para parar ahí.

En un predio de 15 metros por 30 se instalaron desde fines de octubre dos baños químicos, dos boleterías y algunos puestos de comida para los choferes, según informó hoy el diario Clarín.

El paseo fue en la década pasada un espacio de boliches, restaurantes y bares “tops”. Sin embargo, con la muerte de Marcela Iglesias, aplastada por una escultura en el 96 y varios problemas legales con las concesiones, los comercios cerraron las persianas dejando desocupado en lugar.

Ese lugar fue utilizado luego como estacionamiento, aunque sin habilitación, y además, según el Gobierno, se habían instalado allí dos remiserías que funcionaban mayormente con clientes de la zona del Rosedal donde están los travestis.

De precaria estación de colectivos a espacio verde y viceversa. Con el objetivo de recuperar un predio arruinado, en marzo del año pasado el Gobierno de la Ciudad abordó la construcción del Parque Lineal Bullrich, al otro lado de la Avenida Libertador.

Por eso, trasladó la terminal que se encontraba allí hacia la avenida Sarmiento, frente al Zoológico y La Rural. La nueva mudanza, finalmente al Paseo de la infanta, fue a causa de la exigencia de los choferes para que se instalaran baños químicos. Como solución intermedia, decidieron llevarlos al Paseo de la Infanta.

Los colectivos paran en ese espacio por unos 15 o 20 minutos, y según la medida que se hizo oficial con la Resolución Nº 59, de la Subsecretaría de Tránsito y Transporte de la Ciudad, los coches no pueden tener sus motores en marcha durante su paso por la terminal y tampoco se permite hacer reparaciones mecánicas.

Los vecinos mostraron su molestia. Además de alegar que aumenta el nivel de ruido, apuntaron a la pérdida de un espacio gratuito para estacionar y a los problemas en el tránsito que generan tantos internos.

García Elorrio, director del Parque Tres de Febrero, defendió la instalación de la terminal. Según explicó a Clarín: " en ese lugar está planificado hacer una plaza el año que viene. Mientras, Tránsito nos pidió poner los colectivos, y accedimos porque es temporal. La gente dice que ahora hay contaminación y ruido, pero ¿por qué no decía lo mismo cuando se llenaba de autos? El tema es que ya no pueden trabajar los cuidacoches ilegales y que los restoranes no pueden decirles a sus clientes que dejen el auto allí. El lugar será vallado, mejoramos la iluminación y pusimos vigilancia. Está mejor que antes, cuando muchos aprovechaban la oscuridad para drogarse o robar".