Si el Senado aprueba hoy la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, Argentina sería el décimo país del mundo en adecuar su normativa para extender estos derechos civiles a las personas homosexuales. Una tendencia que comenzó en 2001, con Holanda como pionero, y que fue extendiéndose a otros estados, entre ellos Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal e Islandia.
El matrimonio homosexual también rige ya en algunos distritos de Estados Unidos, como Massachusetts, Connecticut, Iowa, Vermont, New Hampshire y Washington, D.C., y en una jurisdicción de México: el Distrito Federal.
Así las cosas, Argentina sería también el primer país de Latinoamérica en adoptar esta institución civil para las parejas de personas del mismo sexo, un país que hasta ahora sólo contempla la unión civil en cuatro distritos: la Ciudad de Buenos Aires, Carlos Paz y Río Cuatro, en Córdoba, y la provincia de Río Negro.
Holanda fue, por caso, el primer país del mundo en reconocer el derecho al matrimonio a los homosexuales en 2001. Hasta 2005, unas 6.600 parejas de personas del mismo sexo habían logrado casarse. Le siguieron Bélgica, en 2003, y España, en 2005, país este último donde en 2008 ya se habían casado unas 12.648 parejas de homosexuales.
En 2005 también se sumó Canadá a la tendencia mundial y se convirtió en el primer país del continente americano en adaptar su legislación en este sentido. Un año después fue el turno de Sudáfrica, y también fue el primer país de su continente en aprobar el matrimonio gay. En 2009 lo hicieron Noruega y Suecia, y este año, recién salida del horno, la normativa igualitaria beneficia también a Portugal e Islandia.
Igual de reciente es la aprobación del matrimonio gay en México D.F., cuya legislación en realidad fue aprobada a fines de 2009, pero que entró en vigencia este año. Así, mientras en Argentina todavía continúa su discusión, la Ciudad de México se convirtió en el primer distrito latinoamericano en aceptar este derecho, que también incluyó una reforma para que los matrimonios gay puedan adoptar.
Hasta la iniciativa de México D.F., y mientras la Argentina discute hoy su aprobación en el Senado, las uniones civiles entre homosexuales sí están permitidas en países latinoamericanos como Colombia y Uruguay, además de los distritos argentinos de Ciudad de Buenos Aires, provincia de Río Negro, Carlos Paz y Río Cuatro; al igual que Coahuila, en la Ciudad de México, y en el estado brasileño de Rio Grande do Sul.
Así las cosas, Argentina sería también el primer país de Latinoamérica en adoptar esta institución civil para las parejas de personas del mismo sexo, un país que hasta ahora sólo contempla la unión civil en cuatro distritos: la Ciudad de Buenos Aires, Carlos Paz y Río Cuatro, en Córdoba, y la provincia de Río Negro.
Holanda fue, por caso, el primer país del mundo en reconocer el derecho al matrimonio a los homosexuales en 2001. Hasta 2005, unas 6.600 parejas de personas del mismo sexo habían logrado casarse. Le siguieron Bélgica, en 2003, y España, en 2005, país este último donde en 2008 ya se habían casado unas 12.648 parejas de homosexuales.
En 2005 también se sumó Canadá a la tendencia mundial y se convirtió en el primer país del continente americano en adaptar su legislación en este sentido. Un año después fue el turno de Sudáfrica, y también fue el primer país de su continente en aprobar el matrimonio gay. En 2009 lo hicieron Noruega y Suecia, y este año, recién salida del horno, la normativa igualitaria beneficia también a Portugal e Islandia.
Igual de reciente es la aprobación del matrimonio gay en México D.F., cuya legislación en realidad fue aprobada a fines de 2009, pero que entró en vigencia este año. Así, mientras en Argentina todavía continúa su discusión, la Ciudad de México se convirtió en el primer distrito latinoamericano en aceptar este derecho, que también incluyó una reforma para que los matrimonios gay puedan adoptar.
Hasta la iniciativa de México D.F., y mientras la Argentina discute hoy su aprobación en el Senado, las uniones civiles entre homosexuales sí están permitidas en países latinoamericanos como Colombia y Uruguay, además de los distritos argentinos de Ciudad de Buenos Aires, provincia de Río Negro, Carlos Paz y Río Cuatro; al igual que Coahuila, en la Ciudad de México, y en el estado brasileño de Rio Grande do Sul.