Lourdes Espíndola, la joven oficial de la Policía Bonaerense asesinada en la localidad de Ituzaingó por un delincuente que le robó el arma mientras esperaba el colectivo, era velada esta mañana en una casa mortuoria situada en Berazategui, de donde era oriunda.
El velatorio se llevaba a cabo en un establecimiento situado en Mitre al 2.200, de esa localidad del sudeste del conurbano, y al mismo asistieron una importante cantidad de policías bonaerenses vestidos con uniforme de honor. Los vecinos de la joven de 25 años también se desplazaron hasta el lugar para despedirla.
Diagnosticaron "muerte cerebral" a la oficial baleada y su estado es irreversible
En tanto, a partir de las 11 se procedió el traslado de los restos al Cementerio Parque Municipal, de ese distrito, donde fueron inhumados.
En tanto, Fernando Altamirano, esposo de la policía asesinada y también integrante de la fuerza, refirió, durante el velatorio, a una marcha programada para el 18 de agosto para pedir justicia.
El hecho. La oficial fue abordada por dos delincuentes cuando esperaba el colectivo para regresar a su casa en estación peaje Quintana (Autopista del Oeste). Uno de los asaltantes le disparó en el cuello tras sustraerle su arma reglamentaria, lo único que querían dado que no se llevaron dinero ni otras pertenencias.
Pese a la rapidez con la que actuaron, los médicos del hospital Posadas le diagnosticaron muerte cerebral, por lo que su estado era irreversible. Sus padres decidieron donar sus órganos. La oficial tenía 25 años, un hijo de 6, y se desempeña en el Comando de Patrullas de Moreno.
Ayer, tras un allanamiento en la zona del ataque detuvieron a uno de los dos responsables por el crimen de la policía. Un hombre de 37 años con antecedentes por portación ilegal de armas de guerra.