La vicedirectora del Centro de Educación Complementaria N° 801, donde trabaja la maestra a la que le escribieron "ollas no" en la panza, fue imputada por falso testimonio luego de que la justicia corroborara que no hubo una amenaza telefónica en el establecimiento el 21 de septiembre, tal como ella había indicado.
Así lo determinó la Fiscalía 1 de Moreno, que tras una investigación comprobó que no existió el llamado que habría tenido lugar el Día de Estudiante y que la docente María Fuentes mencionó en su declaración ante el fiscal Leandro Ventricelli, que investiga la agresión a la docente Corina de Bonis.
Ahora la mujer deberá presentarse nuevamente en la Fiscalía a declarar para justificar sus dichos. Si bien trascendió que por ahora no será detenida, la pena que podría enfrentar por falso testimonio es de 1 a 4 años.
Nueva amenaza a una docente: "Acordate de Corina de Bonis"
El pasado 12 de septiembre, la maestra Corina de Bonis denunció que fue secuestrada y agredida por un grupo de personas que le escribieron en el abdomen la frase "ollas no" con un elemento punzante. La docente atendía junto a otros trabajadores una ollas popular en una escuela de Moreno, y denunció que fue metida a la fuerza dentro de un auto por personas que no pudo reconocer.
"Lo que me pasó a mí tiene que ver con una serie de amenazas que sufrieron todas mis compañeras", contó a los medios la maestra de 47 años en ese momento.
Desde el 22 de agosto la docente realizaba junto a sus compañeras del Centro Complementario 801 "ollas populares" en el distrito de Moreno para unos 250 alumnos, varios de los cuales pedían llevarse comida para compartir con sus hermanos y padres en sus casas.
"A los pocos días de estar haciendo la olla, recibimos una llamada donde nos decían que si seguíamos jodiendo con la olla íbamos a ser boleta. Pero no abandonamos la olla. Después recibimos una frase escrita que decía siguen ustedes", en relación a la muerte de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez tras una explosión en un establecimiento de la misma localidad. Además de las amenazas por teléfono y en papel, aseguró que el auto de una de las docentes fue atacado.
El pasado 28 de agosto, según relató Corina, ellas continuaron cocinando y entregando comida a los alumnos, pero llegó el tercer mensaje que les decía que a la próxima olla la iban a tener que hacer en Güemes y Roldán, que es el lugar en donde está el cementerio municipal.
Finalmente, la amenaza se cumplió el miércoles 12 de septiembre por la tarde a la salida del establecimiento cuando tres hombres la metieron en un auto, le dijeron "el que avisa no perdona" y le tajearon el abdomen, para luego liberarla.
Tras conocerse el caso, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal consideró que "se cruzó una raya" y reclamó a la Justicia que dé "respuestas rápido" para dar con los culpables. Sin embargo, hasta ahora, la investigación mostró pocos avances.
M.S./F.F.
