A contramano de una tendencia marcada por los recientes hechos ocurridos en el predio denominado Papa Francisco, el delito de usurpaciones es un problema que creció más en los barrios de clase media acomodada del norte de la Ciudad que, por ejemplo, en Lugano. De hecho, la Comuna 13 (Belgrano, Núñez y Colegiales) es la que registró el alza más fuerte: 54,5%. Le siguen en la lista la Comuna 2 (Recoleta) con 53,1% y la 14 (Palermo) con un incremento del 39,3%. Los datos corresponden al año 2013 en comparación con 2012 y surgen de un informe elaborado a partir de las investigaciones iniciadas por el Ministerio Público Fiscal porteño.
Los números señalan que en la Comuna 13 los hechos de este tipo pasaron de 22 a 34 entre 2012 y 2013. Y en la Comuna 2, la cifra trepó de 32 a 49. En otras zonas, por cierto más conflictivas por el número de casos, la problemática se mantuvo latente, pero casi sin modificaciones en referencia al período comparado. La Comuna 1 (Constitución, Montserrat, Puerto Madero, Retiro, San Nicolás y San Telmo) es la que anualmente más casos registra. Allí hubo en 2013 146 usurpaciones, sin embargo, la variación interanual fue de sólo el 3,5%. Similar escenario se dio en la Comuna 8 (Lugano, V. Riachuelo y Soldati), donde los casos pasaron de 115 a 123, con un alza de sólo el 7%.
En todo el territorio porteño los casos pasaron de 969 en 2012 a 1.071 durante 2013. Y si bien los números no muestran un aumento significativo en toda la Ciudad –fue de un 10,5%–, la cifra sí se disparó en otros barrios donde el delito no era habitual o permanecía sin cambios de consideración. Ejemplo de ello son las comunas 7 (Flores y P. Chacabuco) y la 15 (Agronomía, Chacarita, P. Chas, Paternal, V. Crespo y V. Ortúzar), donde las usurpaciones treparon un 32,8% y 27,7%, respectivamente.
Un dato por demás preocupante no sólo es el creciente número de casos en casi todas las comunas (sólo descendió en la 12 –Coghlan, Saavedra, V. Pueyrredón y V. Urquiza– y la 6 –Caballito–, y se mantuvo estable en la 5 –Almagro y Boedo–, sino que nada menos que el 75,8% de las causas ingresadas han sido desestimadas. Sólo un 10% tuvo un requerimiento de elevación a juicio y un 7,7% se resolvió en una mediación.
Para el fiscal general porteño, Martín Ocampo, el delito de usurpaciones es un fenómeno que sin dudas “compete a las autoridades en términos de planificación de políticas de vivienda, seguridad y prevención del delito”. Y explica que “hay casos en los que no se verifica que haya sido una usurpación, mientras que en otros no se identifica al damnificado porque la usurpación la denuncian los vecinos y no se puede corroborar que haya sido ilegítimo el ingreso. Es fundamental que se pruebe la existencia del damnificado, se identifique a los perpetradores y se pruebe que quienes usurparon se valieron de los modos comisivos incluidos en el Código Penal: violencia, amenaza, engaño, abuso de confianza o clandestinidad”, agrega.
Durante 2013 hubo 1.318 imputados por este delito. El 52,6% fueron varones y el 47,4%, mujeres. De ese total, el 96,9% de los imputados tuvo participación en un solo caso, el 2,8% en dos y el 0,3% en tres ocasiones.
Extranjeros. Algunas semanas atrás estalló la polémica en torno a la participación de personas extranjeras en delitos. En el caso puntual de las usurpaciones las estadísticas sobre la nacionalidad de los identificados señalan que el 72,3% de los identificados resultaron argentinos, el 10,3% corresponde a personas de nacionalidad peruana, el 2,9% bolivianos y el mismo porcentaje fueron personas procedentes de Paraguay, entre otras nacionalidades. Del total de argentinos, un 37,5% reside en el Gran Buenos Aires y el 34,8% lo hace dentro de la Ciudad.