En Melbourne, Australia se pudo observar una postal impensada: un auto de carrera estaba suspendido en el aire. El lujoso McLaren Senna GTR era elevado por una grúa por 57 pisos con la finalidad de ser ingresado a un living del rascacielos más imponente de esa zona.
El responsable de financiar la hazaña fue Adrián Portelli, un joven inversor inmobiliario de 34 años que dispone de una fortuna de 350 millones de dólares.
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El empresario declaró ante medios australianos que el carro cotizado en 3 millones de dólares será una pieza decorativa central en su departamento.
Portelli es apodado como "Mr Lambo" por su afición a los vehículos caros.
Y su apreciada colección valuada en 39 millones de dólares puede visualizarse completa en su cuenta de Instagram. En esta red social comparte con sus seguidores la ostentación de sus autos y estilo de vida.
En el post dedicado al operativo con el que logró llevar el auto a su departamento escribió: "Muchas gracias a todos los que han hecho posible este momento absolutamente surrealista"
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Luego de conocerse las imágenes del operativo para subir el coche hasta el piso 57, se desataron opiniones a favor y en contra.
Los internautas que felicitaron la acción lo aplaudían por su amor por los autos y la posibilidad de comprarlos. Y aquellos que se indignaron, lo calificaron como una demostración de riqueza obscena e innecesaria.
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El millonario respondió a los cuestionamientos tratando de “llorones” a quiénes lo atacaban y se justificó declarando: “Al ser un auto de carreras, no puedo conducirlo por la calle, pero no quiero que se quede en un garage”.
Si embargo, la polémica también llegó a la arena política cuando el diputado federal y líder del partido Verde, Adam Brandt, evocó este suceso para ejemplificar la necesidad de gravar más impuestos a los ricos y equilibrar la desigualdad social.
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Portelli retrucó comentando una foto del político australiano en el cual escribió: “¿Quién es este que intenta utilizarme como herramienta política para simpatizar?”.
Más allá de las críticas negativas, la noticia fue favorable para el joven empresario quién pudo promocionar sus actividades: no sólo es inversor de propiedades, sino que también dispone de un negocio de promociones y regalos de vehículos de lujo y casas de prestigio.
