SOCIEDAD
a dos pianos

Barenboim y Argerich dieron un concierto único en la plaza junto al Colón

La temperatura amable y la expectativa por disfrutar de dos de los músicos argentinos más excelsos del mundo sumaron: ayer, pasado el mediodía, entusiastas y vecinos colmaron la plaza del Vaticano, ubicada al lado del Teatro Colón, para escuchar a la pianista Martha Argerich y al director de orquesta Daniel Barenboim.

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Repertorio. Eligieron piezas de Mozart, Wagner y Debussy. | silvestro

La temperatura amable y la expectativa por disfrutar de dos de los músicos argentinos más excelsos del mundo sumaron: ayer, pasado el mediodía, entusiastas y vecinos colmaron la plaza del Vaticano, ubicada al lado del Teatro Colón, para escuchar a la pianista Martha Argerich y al director de orquesta Daniel Barenboim.

El espectáculo duró cerca de una hora, y sirvió de antesala a las presentaciones que ambos ofrecieron ayer y repiten hoy, en el marco de la cuarta edición del Festival Barenboim en el Colón, que finaliza el próximo sábado.

Para el concierto se dispusieron unas 500 sillas ubicadas frente al escenario, y 350 vecinos, que salieron sorteados entre 17 mil que se anotaron en las redes sociales del concierto se sumaron a los invitados especiales. Además, hubo foodtrucks ubicados sobre Cerrito y un espacio para chicos. Y otros, que no se quisieron perder el concierto, pudieron disfrutarlo con un poco menos de comodidad, parados en las calles aledañas, o desde las paradas del Metrobus.

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El repertorio contó en su inicio con la Sonata para dos pianos en re mayor, KV 448, de Wolfgang Amadeus Mozart. Luego, continuó con la obertura de la ópera de El Holandés Errante, de Richard Wagner, según arreglos de Claude Debussy, y finalizó con las piezas Danza Española y Danza Napolitana de El Lago de los Cisnes de Pyotr Ilyich Tchaikovsky, también con arreglos de Debussy.

Si bien los músicos se dedicaron de lleno a tocar, Barenboim aprovechó algunos momentos para interactuar con el público y presentar algunos pasajes, entre ellos una obertura de Wagner que fue transcripta a dos pianos por Debussy. “Vamos a tocar en homenaje a este maravilloso teatro la única obertura de Wagner que fue transcripta para dos pianos por Debussy. Es una obra que se escucha raramente pero nos gustó mucho y queremos tocarlo para ustedes”, dijo Barenboim.

También tomó el micrófono sobre el final y presentó “una pieza bien argentina”: “Vamos a tocar algo que nos gusta mucho, el Bailecito de Guastavino”, agregó.

Sobre el final, los músicos recibieron flores. Luego, como si no quisieran irse, saludaron y volvieron para tocar algunos minutos más.