La Línea A de subte dejará de funcionar mañana y permanecerá cerrada hasta el 8 de marzo inclusive, para implementar un plan de renovación de las formaciones de 100 años de antigüedad por otras de origen chino, con aire acondicionado.
La suspensión del servicio que une las terminales Plaza de Mayo y Carabobo se producirá a pesar de los recursos de amparo presentados por legisladores porteños para evitar la medida, uno de ellos impulsado por María José Lubertino y rechazado el miércoles por la magistrada Lidia Lago. La medida, anunciada el 4 de enero por Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), que constituye la primera adoptada por el gobierno porteño tras hacerse cargo del servicio de subtes el 1ro de enero, fue comunicada el martes por la empresa concesionaria, Metrovías, a la Comisión Nacional de Valores.
El secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP), Roberto Pianelli, rechazó el cierre de la línea, advirtió que "no hay necesidad de parar la flota dos meses" y dijo que la entidad propuso "alternativas como parar la mitad de la línea o hacerlo en forma escalonada".
"En marzo, cuando reabra al Línea A, será un servicio ineficiente, con menos coches, pero con aire acondicionado", expresó el dirigente en declaraciones realizadas en un homenaje que hicieron los metrodelegados junto a organizaciones sociales, en un viaje desde Plaza de Mayo a Primera Junta, donde concretaron un festival.
La suspensión del servicio fue rechazada por la Comisión de Vecinos de Flores y el Frente Nacional Peronista Caba, que también repudiaron un eventual aumento del boleto y cuestionaron que no se hayan inaugurado las estaciones que ya están terminadas como parte de la prolongación de la Línea A.
Los vecinos y la agrupación juntaron firmas en avenida Rivadavia y Carabobo, en el marco de la "Campaña decile NO al cierre de nuestro subte A", mientras comerciantes de las estaciones también cuestionaron la suspensión del servicio, porque, según denunciaron, les ocasionará "pérdidas económicas".
El presidente de SBASE, Juan Pablo Piccardo, explicó el 4 de enero que el Plan de Renovación de material rodante consiste en el retiro de los 55 coches belgas Le Brugeoise de 100 años de antigüedad para reemplazarlos por 45 nuevas unidades con aire acondicionado.
El funcionario justificó el cierre de la línea A en la necesidad de realizar adecuaciones que implican cambio de potencia, alistamiento, prueba de coches y capacitación de guardas y conductores.
Piccardo explicó en esa oportunidad que la medida se dispuso tras una recomendación de la auditoría técnica realizada por el Metro de Barcelona, que "no recomendó mantener la oferta comercial con trenes Le Brugeoise".
El ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, dijo que grupos de dos vagones de las formaciones Le Brugeoise, hasta hoy las más antigüas en funcionamiento del mundo, funcionarán desde marzo como bibliotecas públicas en 10 plazas de la ciudad, en la zona de Parque Lezama y en las ubicadas en el trazado de la Línea A, como el Parque Rivadavia, Plaza Flores y Primera Junta.
