Daniela Catelli es docente desde hace más de 20 años, vive en la zona sur de la provincia de Buenos Aires, trabaja en Lomas de Zamora y es mamá de cuatro hijos. Días atrás, se hizo conocida tras grabar un video a modo de chiste, en el que explica a los más chicos cómo multiplicar. "Ustedes querían el video, a ver mamis, llamen a los chicos", dice en el mensaje que subió a sus redes y que estaba destinado a sus amigas. "Ya les expliqué a los chicos y entienden re rápido, son una luz", expresa en el posteo entre risas, y les habla a las madres. "Te voy a decir algo: Si querés que te mande otro videíto, pedile a tu marido que ya le mande muchos. Chau, me voy a ver Poco Ortodoxa", bromea, en referencia a una de las nuevas series de Netflix que fue furor en las últimas semanas.
Las imágenes, descontextualizadas, se viralizaron con mensajes de indignación y en diferentes medios se presentó el tema como una “respuesta” de la docente a un grupo de padres. Lo que pocos sabían es que fue todo parte de una broma entre conocidos ya que Daniela no va a su escuela en Lomas de Zamora desde principio de año, luego de que le detectaran un cáncer de mama. “En enero me entero del diagnóstico. Fue justo antes de irme de vacaciones, así que pasé esos días mal y con miedo después del primer impacto. Ahora estoy de licencia, no retomé las clases, no tengo cargo y estoy desconectada del colegio. Me fui de los grupos de las seños y de las madres. Tengo un nene que está en la escuela donde trabajo, pero me desconecté totalmente”, cuenta a PERFIL.
El posteo era, justamente, una forma de distraerse y reírse junto a sus amigas. “Mis compañeras y mis amigas me dicen que les hago reír mucho, que les hago bien. Fue un video para ellas porque sé lo que están pasando los maestros y los padres. En este contexto, está lleno de videos y de canciones. Creo que lo artístico es lo que nos está salvando. Si sirve para que la gente se despeje un poco, bienvenido sea”, expresa en relación a la cuarentena obligatoria, y recalca que lo que se vio en las imágenes era solo un “personaje” ya que ella, además de docente es actriz.
“Yo me entero la semana pasada que había caído mal a unas mamás. Ahí me disculpé, pero no pensé que iba a llegar tan lejos. Cuando me levanto el lunes, mis hijos no querían que yo me enterara, me apagaban la tele y me distraían. La gente de mi escuela, que está bastante preocupada por mi salud, trató de ocultármelo, pero fue imposible. Al principio fue fuerte, pero después me empezaron a llamar de los medios”, dice, y agrega que hoy está recibiendo muchos “mensaje positivos”.
“Me empezaron a llamar alumnos y familias que hace años no veía. Fue re emocionante porque siempre me sentí una maestra querida, y más ahora cuando me estaba operar. Mis compañeras me hicieron muros enteros dedicados en las redes. Creo que es fruto de que soy una persona que no le hace mal a nadie, al contrario, soy justiciera y antes me molestaban las cosa que les podían hacer a los demás. Creo que eso llevó a que termine como terminé. Ahora estoy tratando de sanar en todo sentido y tomarme las cosas de otro modo”, relata.
Sobre su estado de salud en el marco de la pandemia, afirma que en febrero fue operada y que está recuperándose. “Leí el libro de Marina Borensztein, Enfermé para Sanar, y me siento identificada. Me ayudó mucho y empecé a hacer cosas que me hacen bien, como escribir. En el medio de todo eso, se me cerró el mundo. Tenía un montón de estudios para hacerme que me los suspendieron. Además, está toda esta angustia de que no te atiendan en la obra social y no poder salir. Estoy presa e impotente y encima hago algo para sentirme bien y se arma todo este lío”, asegura, y, sobre el video, concluye: "Igualmente, de todo lo malo sale algo bueno. Estoy tranquila. Estaría muerta de vergüenza si hubiera sido una mala maestra. Estoy bien".