La cuarentena obligatoria en la Ciudad de Buenos Aires se extenderá durante todo mayo y el Gobierno porteño ya se prepara para tratar el pico de contagios de coronavirus a principio de junio. Por eso, el Ejecutivo municipal buscará flexibilizar solo las actividades que estén dentro de los rubros con impacto económico. Uno de los funcionarios que ya reconoció de forma pública ésta línea fue el vicejefe de gobierno, Diego Santilli, quien este lunes 27 de abril aseguró que hubo "crecimiento de casos" en la Capital y afirmó que la curva de afectados por la pandemia "subió sustancialmente" en los últimos cinco días.
"Tengamos en cuenta que no hay vacunas y la única manera de que esto no se propague es seguir aislándonos, manteniendo el distanciamiento social y usar el tapabocas, mientras vamos estudiando diferentes alternativas para ir gradualmente mejorando en términos de circulación y de actividad económica", explicó Santilli ante la prensa.
Las autoridades porteñas buscan que la curva de contagios no llegue a superar los 3000 casos diarios, lo que implica 150 internados graves por el virus Covid-19. En la actualidad, se registra menos de la mitad tras una aceleración de contagios en los últimos días. En este sentido, fuentes cercanas al jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta expresaron que "va a haber muy pocas flexibilizaciones hasta que los casos aumenten en serio", según consignó el diario La Nación.
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De esta forma, el gobierno porteño mantendrá sin mayores modificaciones el aislamiento obligatorio por la pandemia y no permitirá las salidas recreativas. Así se decidió este domingo 26 de abril junto a las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, tras la conferencia de prensa de este sábado del presidente, Alberto Fernández, quien sostuvo que la decisión correría por cuenta de los gobernadores en base a criterios epidemiológicos. En tanto, la Ciudad evalúa una flexibilización de la cuarentena dentro del sector gastronómico.
Santilli adelantó este lunes que están estudiando una apertura que podría implementarse mediante el sistema conocido como "take-away", en el cual las personas pueden retirar pedidos a los locales de comida. "Hoy, la gastronomía sólo trabaja con los 'deliverys', entonces pensamos en ampliarlo para que se puede ir a comprar la comida", dijo el funcionario, aunque advirtió: "Lo estamos viendo para movilizar las actividades paulatinamente, sin que ello haga que la curva de los casos expanda la pandemia".
AB/FF