SOCIEDAD
Clases virtuales

Un video "subido de tono" de una maestra desató el debate sobre los docentes y la educación a distancia

Daniela Catelli realizó una broma en sus redes sociales y dejó en evidencia la situación que viven muchos educadores ante la pandemia. Opinan los especialistas.

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Daniela Catelli, la maestra del video. | Redes.

La enseñanza a distancia se impuso como una necesidad ante la cuarentena obligatoria por la pandemia del coronavirus. Esta realidad se convirtió en un desafío para muchos docentes, que deben readaptar sus contenidos y adecuarse a las nuevas tecnologías; y también para muchas familias, que deben estar más pendientes de las tareas y ejercicios escolares de los más chicos en sus casas. La parodia de una maestra de Lomas de Zamora se viralizó esta semana en las redes sociales y evidenció el surgimiento de nuevas formas de relacionarse entre maestros y padres vía mensajes, mails y redes sociales.

Todo comenzó cuando la docente del nivel inicial Daniela Catelli se grabó, a modo de chiste, mientras daba una hipotética explicación para que los más chicos aprendan a multiplicar. "Ustedes querían el video, a ver mamis, llamen a los chicos", empieza la maestra en un mensaje que originalmente estaba destinado solo a sus amigas. Luego de una breve clase, la docente les habla directamente a las "madres". "Ya les expliqué a los chicos y entienden re rápido, son una luz", expresa con ironía en las imágenes difundidas por el diario La Opinión Austral. "Te voy a decir algo: Si querés que te mande otro videíto, pedile a tu marido que ya le mande muchos. Chau, me voy a ver Poco Ortodoxa", finaliza el posteo, en referencia a una de las nuevas series de Netflix que fue furor en las últimas semanas.

Tras las repercusiones, la maestra pidió disculpas y, en declaraciones a Canal Trece, aclaró que está de licencia desde febrero ya que sufre de cáncer. "La gente que recibió este video eran mis compañeras, lo publiqué en mi Facebook. Cuando me entero que molestó, me disculpé. Lo hice en mi casa estando en licencia, no hago clase virtuales porque no tengo alumnos", detalló. Sobre su estado de salud, contó que con el coronavirus "se le paró el mundo" y dijo que el video lo hizo para "hacer reír". "Puedo entender que no haya gustado. Antes que pasa, esto pedí disculpas y lo saqué de mis redes. No fue mi intención de hacer sentir mal a nadie", argumentó.

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A pesar de tratarse de una actuación, las imágenes dejaron entrever, con humor, lo que sienten muchos docentes con la educación a distancia. Para Melina Furman, doctora en Educación y profesora de la Universidad de San Andrés, "en estos momentos, donde las escuelas y los docentes están aprendiendo en una situación inédita, se requiere mucho esfuerzo". Consultada por PERFIL, la especialista asegura: "Los maestros están realmente desbordados por enviar muchas tareas y correcciones, y por tener que adaptarse a tecnologías que están conociendo. En ese camino, están aprendiendo nuevas estrategias que van a quedar en su repertorio, pero que requieren tiempo, adaptación y trabajo. Por eso, es muy importante que las familias tengamos empatía en estos momentos de adaptación de educación a distancia".

De lado de los docentes, Furman asegura que "es muy importante también ponernos en los zapatos de las familias que reciben las tareas para tratar de organizar cuánto mandamos, con qué frecuencia, aclarar bien si lo tienen que entregar o no". En este sentido, argumenta: "Suplir la presencialidad implica anticipar un montón de cosas que van a presentar dudas a los que reciben las tareas. En la medida que comuniquemos lo más claramente posible se va a alivianar la angustia que muchas familias están sintiendo porque tienen que combinar sus propios trabajos con estar con los chicos todo el día y poder acompañarlos en las tareas sin ser docentes".

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Según María Zysman, licenciada en psicopedagogía y directora de Libres de Bullying, durante la cuarentena los maestros "tuvieron que empezar a hacer cosas que no sabían hacer". Ante la pregunta de este portal, afirma: "No todos los docentes manejan la tecnología. No es lo mismo dar clases cuatro u ocho horas y corregir en tu casa aprendiendo, además, a utilizar un dispositivo diferente para enseñar. Esto tiene una exigencia de estar 24/7 disponible y en muchos casos los chicos no tienen computadoras o wi-fi rápidos para responder en tiempo y forma. Entonces, hacen la tarea cuando pueden. A veces es un domingo y el maestro puede estar recibiendo whatsapps o mails todo el día y consultas cuando quiere descansar. Eso no lo hacen de desubicados los chicos. Muchos usan un teléfono o computadora compartida con los padres, que los utilizan durante la semana para trabajar".

Para esta profesional, "los padres quieren ayudar y no saben cómo, muchas veces son demandantes y no toleran que el chico no sepa, que tenga que esperar o vaya a mandar una tarea que esté equivocada". En este marco, Zysman asegura a PERFIL que muchos padres recurren de forma "permanente "al maestro para hacerle consultas y por ahí lo hacen por vías que no son las institucionales. "Ahora, padres y familias están teniendo un mano a mano vía WhatsApp", detalla, y agrega: "Tenemos un escenario que se presta para que salga a la luz una situación de falta de reconocimiento desde las familias al trabajo de los docentes y un reclamo de los maestros a que los padres no se ocupan. Y también de los padres, que dicen que los chicos tienen mala base y no les están enseñando bien".

Para Gabriel Brener, especialista en Educación de la UBA, UnaHUR, ISP y JVG, en este marco resulta crucial "centrar la continuidad pedagógica en el sustento del vínculo del estudiante con la escuela y no en el rendimiento académico y la obsesión por la evaluación . La clave −según dice− es ofrecer la posibilidad de que pueda 'salir de casa quedándose', a través de la escucha y acompañamiento de su docente y el contacto con algunas dosis de saberes y propuestas lúdicas. "No se trata de docentes que se transformen en telemarketers pedagógicos  en los hogares, ni que la casa se disfrace de escuela. En todas las épocas la relación entre escuela y familias fue decisiva para la eficacia de la escolarización, y esta circunstancia no esta exenta a dicha regla. La cuarentena educativa es excepcional y transitoria, depende de esta alianza y el papel del Estado que se transforme en una oportunidad", concluye. 

AB/FF