Un jefe policial atestiguó hoy que el padre de Emiliano D'Aversa, el joven asesinado por encargo en una presunta venganza, había denunciado que los ahora acusados por el crimen amenazaban a su hijo.
La declaración del efectivo fue realizada durante la primera jornada del juicio por la muerte de Emiliano, la cual se inició a las 9:30 con la lectura del requerimiento de elevación a juicio y los dichos de los primeros testigos. El debate se llevó a cabo en la Sala A del edificio ubicado en la calle Balbín 1753.
En esta primera audiencia no estuvieron presentes Antonio y Norma D' Aversa, los padres del joven, debido a que ambos son testigos y no pueden estar en el interior de la sala. El matrimonio declarará mañana.
El entonces subcomisario Luis Boceto, segundo jefe de la seccional local, declaró como testigo en la causa y admitió que, tiempo antes del homicidio, fue él quien recibió la denuncia del padre de la víctima. Según relató, el hombre dijo que su familia recibía constantes amenazas de muerte de los padres de un joven que había muerto en un accidente automovilístico que había sufrido junto a Emiliano dos años antes.
La denuncia fue realizada contra la familia Salomón, tres de cuyos integrantes están acusados de "homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria", frente al Tribunal Oral Criminal 1 de San Martín, que integran los jueces Adela Fornicelli, Oscar Jorge Correa y Silvio Jorge Chagay. Los imputados son Alfredo Salomón, de 62 años; a su hija Claudia, de 38, y el esposo de ésta, Mario Mongelo, de 37.
El jefe policial recordó que, a raíz de esa denuncia se le brindó a los integrantes de la familia D'Aversa un acompañamiento policial, que cubría sus movimientos diarios desde la casa hasta un comercio que poseían en la zona.
Boceto recordó que un mes y medio más tarde recibió un llamado telefónico a la seccional, en el que le advirtieron que Emiliano D'Aversa había sido asesinado en la perfumería de sus abuelos. Según declaró hoy, enseguida relacionó ese episodio con las denuncias previas del padre que, al verlo en la escena del crimen, le dijo: "Yo sabía que esto iba a pasar".
Tras los dichos de Boceto, llegó el turno del oficial Felix Roldán, de la misma dependencia, quien recordó que el día del crimen de Emiliano todos los vecinos comentaban en el lugar "que lo habían mandado matar".
Si bien los policías que declararon dijeron que la familia contaba con un servicio de acompañamiento brindado por la fuerza, los padres de Emiliano dijeron que desde dos semanas antes del asesinato ya nadie los protegía.
Cuando la fiscal del juicio, Mónica Rodriguez, le preguntó a uno de los policías en que consistía el "acompañamiento", el efectivo expresó que era seguir con un patrullero el vehículo en el que se movilizaba la familia D'Aversa.
La representante del ministerio público reformuló la pregunta sobre si al momento de salir del comercio la policía acompañaba a Emiliano hasta el otro local donde se encontraba el resto de la familia, el efectivo dijo que no.
"El acompañamiento era desde el comercio ubicado en las inmediaciones de la estación Villa Bosch hasta la casa de los D'Aversa, no desde el local donde trabajaba Emiliano", enfatizó el policía.
Emiliano D'Aversa fue asesinado entre las 17 y las 17:25 del 20 de mayo de 2002 en la perfumería "Arco Iris", propiedad de la familia, situada en Santos Vega 5973, en la localidad bonaerense de Villa Bosch, partido de San Martín. Ese día, el joven fue sorprendido por un hombre que lo llevó hasta el baño del comercio y lo asesinó de seis balazos.
Según consta en la causa, un testigo de identidad reservada declaró ante el fiscal de instrucción que Claudia Salomón fue varias veces al barrio Ejército de Los Andes de Ciudadela Norte, conocido como Fuerte Apache para contratar a alguien que matara a Emiliano.
Este testigo dijo haber recibido una oferta para cometer el asesinato -algo que rechazó- y conocer el acuerdo entre esos integrantes de la familia Salomón y el "killer".
Según consta en la investigación judicial, D'Aversa fue acribillado por un "asesino a sueldo" que cometió el crimen a cambio de 15 mil pesos que supuestamente pagaron los Salomón. En la primera audiencia, el TOC permitió el ingreso de todos los integrantes de la Asociación de Víctimas Sin Esclarecer (AVISE), a quienes no les permitieron mostrar fotos con las caras de sus hijos.