SOCIEDAD
El juicio de Croman

Chabán acusó a un joven de haber iniciado el fuego

Lo identificó con nombre y apellido ante el tribunal, basándose en un artículo periodístico. Sería uno de los sobrevivientes que lo querellaron.

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| CeDOC

El ex gerenciador de la discoteca Cromañon, Omar Chabán, dijo hoy que tiene identificado como autor material del incendio ocurrido en la noche del 30 de diciembre de 2004 a un joven, que en un artículo publicado por un semanario de actualidad reconoció haber arrojado candelas como las que causaron el incendio.

Chabán identificó al supuesto disparador de la bengala como "Julio Vittone", diciendo que una pericia de bomberos halló en Cromañón restos de dos candelas "y una la tiró éste".

Al volver a hablar ante el tribunal oral que lleva adelante el juicio tras su frustrada intervención de setiembre pasado, Chabán leyó un artículo de la revista Gente en el que un muchacho identificado por su segundo nombre (Roberto), de 29 años al momento de la tragedia, reconoce haber arrojado pirotecnia que le entregaron en el local en aquella noche fatídica.

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Chabán dijo que, gracias a una investigación de sus abogados civiles, logró identificar a ese joven, que según el artículo en cuestión "nunca declaró en la causa", como uno de los sobrevivientes que lo querellaron civilmente, pero que al declarar ante la Justicia no hizo referencia alguna al hecho de haber tirado candelas dentro del local.

El principal acusado por la tragedia de la discoteca de Once inauguró hoy los tres días de declaración que insumirán toda esta semana casi en soledad, pues los familiares, ante un pedido para que no exhibieran las fotos de las víctimas mortales, optaron por retirarse a la antesala de la sala de juicio y seguir la declaración por el circuito cerrado de TV.

"No puedo creer que esta persona, que reconoce haber tirado candelas, esté cobrando un subsidio del gobierno de la ciudad de Buenos Aires", se extrañó Chabán.

En ese sentido, calificó la actitud del reporteado como "un acto intencional y criminal", y agregó: "No es dolo eventual, podía haber cesado en su acción". En contraposición, Chabán reivindicó que fue él quien tomó las mayores precauciones para evitar la tragedia, pese a lo cual se convirtió "en un enemigo" de quienes reclaman justicia por los 194 muertos.

"Los cuidados en la noche fueron extremos", insistió, y embistió contra "la burocracia" que –según acusó- "no conoce las ordenanzas" en materia de prohibición de la pirotecnia, ni de otros riesgos que puede generar el fuego en lugares tanto cerrados cuanto abiertos.

En ese sentido, explicó que "nadie decía nada cuando se prendían los encendedores en los recitales de (Joan Manuel) Serrat, ni tampoco cuando el señor (Juan Carlos) Blumberg convocaba a sus marchas con velas. Una vela puede prender fuego un auto, la ropa del que está adelante...".

Chabán reiteró que el elemento que causó el incendio fue una "candela" y que esa pirotecnia sólo estuvo presente la noche del 30 de diciembre: "el 28 hubo bengalas, el 29 hubo bengalas, el 30 hubo candelas".

"Si el 30 también hubiera habido bengalas, lamentablemente hoy seguiríamos teniendo bengalas" en los recitales, especuló.

Las explicaciones de Chabán ofuscaron a los familiares que presenciaban desde fuera del recinto su declaración, especialmente cuando citando al filósofo alemán Martin Heidegger sostuvo que "el habla, habla", y también del mismo autor, que "la ciencia no piensa".

Al aplicar esa cita a Cromañón, Chabán dijo que "los bomberos no piensan, los peritos del INTI no piensan, los policías no piensan... los sobrevivientes de Cromañón no piensan", lo que despertó la ira de los familiares.

En la segunda parte de la declaración, Chabán se dedicó a atacar la habilitación de Cromañón, desde mucho antes de que fuera discoteca.

El gerenciador recordó que la habilitación, que databa de 1997 –cuando se llamaba El Reventón y era una bailanta- no podía haber sido concedida, porque las condiciones no estaban dadas para ello ya que, entre otros detalles, tenía conexión con el hotel contiguo.

"La discoteca, al tener conexión con el hotel, debió hacer caer la habilitación... No podía haber certificado de bomberos porque no había final de obra", explicó.

Para ser más gráfico, habló de su otro local bailable, Cemento: "Yo no podía tener una puerta alternativa que comunicara con la casa de un vecino", dijo, tras recordar que tuvo "problemas" con ellos a raíz de la actividad de la discoteca.

Fuente: DyN.