Londres –
Cleopatra y Marco Antonio, una de las parejas más célebres de la historia, cuya belleza fue
idealizada tanto por la literatura como por el cine, eran en realidad menos bellos de lo
que se pensaba. Así lo reveló un estudio realizado sobre
una moneda a cargo de un grupo de arqueólogos de la universidad de Newcastle.
La pieza de plata que los representa, de
unos dos mil años de antigüedad, revela una reina egipcia dotada de una frente
deprimida, de un mentón agudo, de una nariz aguileña y de labios finos. La imagen casi no tendría
relación entonces con la encarnación que la actriz norteamericana Elizabeth Taylor realizó en la
película de Joseph L. Mankiewicz en 1963.
En cuanto a la figura de Marco Antonio –con el que Cleopatra tuvo una relación de diez
años– resaltan sus ojos prominentes, su nariz curva y su largo cuello. Una fisonomía muy
distante de aquella representada por el actor Richard Burton en el filme junto a Liz Taylor.
La moneda en cuestión, que
data del siglo 32 antes de Cristo, estaba en posesión de la sociedad de
anticuarios de Newcastle desde 1920. Poco después, permaneció en el cofre de un banco. Además, la
numismática está considerada como
uno de los mejores indicadores de la fisonomía facial de personajes antiguos.
“Los escritores romanos hablan de una Cleopatra inteligente y carismática, pero no
mencionan su belleza”, explicó Lindsay Allason-Jones, director del museo
arqueológico de la universidad de Newcastle. Sin embargo, la Cleopatra como icono de la belleza en
Occidente se remonta a la obra de otro inglés: William Shakespeare.
Aparentemente, según indican los especialistas, la moneda estuvo destinada –
durante largo tiempo– a pagar los sueldos de los soldados desplegados en Egipto. Ahora
formará parte de una muestra en el museo de la universidad inglesa.
Fuente:
AFP