El gobierno de la Ciudad vuelve a la carga con el proyecto que apunta a cambiarle la cara a la Costanera Norte. Se trata de la creación del Distrito Joven, una iniciativa que busca desarrollar la zona lindera al río entre Ciudad Universitaria y Costa Salguero. Los renders e imágenes que ilustran el proyecto son ambiciosos: el nuevo espacio tendrá muelles y amarraderos para actividades acuáticas, miradores, áreas de esparcimiento, un anfiteatro, una biblioteca y locales de gastronomía flotantes.
Sin embargo, uno de los puntos más polémicos de la iniciativa es el traslado de los boliches ubicados en diferentes barrios de la Ciudad para concentrarlos en esa área (ver aparte). La normativa es impulsada por la Dirección General de Políticas de la Juventud, que depende del vicejefe porteño, Diego Santilli, y fue aprobada en diciembre pasado en primera lectura.
Actualmente el proyecto es analizado en diferentes comisiones de la Legislatura, y desde el Gobierno esperan que sea aprobado en segunda lectura a fines de octubre. De conseguirlo, se llamará a licitación durante los primeros meses de 2017 para comenzar las obras a fin del año que viene. “El proyecto ya fue aprobado en primera lectura y tuvo muy buena respuesta. La idea ahora es seguir trabajando en las diferentes comisiones para lograr consenso y así alcanzar la mejor ley en beneficio de los jóvenes”, señala Agustín Forchieri, diputado del PRO y promotor de la iniciativa.
Referentes de la oposición afirman que el principal objetivo del proyecto es cambiar la zonificación del lugar. Los actuales boliches de Costanera tienen habilitación provisoria, ya que se encuentran en espacios destinados a parques públicos. “Más que pensar un sector de la ciudad destinado a la juventud, se busca legalizar actividades que se desarrollan allí en terrenos que son urbanización parque. Hay que ir hacia un proyecto más integral que limite el desarrollo gastronómico a lo ya existente, genere espacios verdes con acceso público al río y, mediante un concurso público de ideas, cree un distrito joven”, asegura el diputado Hernán Rossi (Suma+ ECO), quien presentará un proyecto en tal sentido en los próximos días. “La ley faculta al Ejecutivo a hacer concesiones por diez años, atribuyéndose funciones que son propias de la Legislatura”, cuestiona Adrián Camps, del bloque Socialista Auténtico.
Público y privado. Según el proyecto, la urbanización del futuro distrito contempla la instalación de plataformas para deportes acuáticos y áreas de esparcimiento con inversiones tanto públicas como privadas. Habrá bicisendas en todo el corredor, un parque de skate y gimnasios al aire libre. También planea la instalación de áreas gastronómicas con coffee boats (cafeterías flotantes), cafés montados en contenedores y food trucks. Se proyecta, además, el relleno de tierras para lograr mayores espacios verdes.
Otro de los ejes de la iniciativa es la instalación de una biblioteca inteligente. “Se trata de un proyecto urbano y social que apunta a la contención diurna y nocturna de los jóvenes, donde puedan desarrollar actividades culturales y de entretenimiento en forma segura”, señala Fabián Pereyra, responsable del área de Políticas de Juventud.
El urbanista Guillermo Tella sostiene que la mixtura de actividades culturales, deportivas y de entretenimiento es compatible y potencia un lugar de las características de la Costanera. No obstante, advierte que “pensar en un lugar donde se concentren estas actividades es una idea interesante que debe sostenerse en el tiempo. El desafío es lograr que esa mixtura garantice la salubridad del espacio público y no termine convirtiéndose en un polígono cerrado”.
Polémica por traslado de boliches
La creación del Distrito Joven en la Costanera norte no sólo incluye los boliches que están ahora. También impulsa el traslado hacia esa zona de las diferentes discotecas que funcionan en la Ciudad, en especial las de Palermo.
Jorge Becco, presidente de la Cámara de Locales Bailables de la Ciudad, explica que si bien estaban al tanto de esta intención, nadie del Gobierno los contactó de manera formal. “Nos parece bárbaro que quieran generar un foco comercial orientado a los jóvenes en la Costanera, pero de ahí a trasladar los boliches es muy diferente. Lo ideal hubiese sido sentarse con nosotros y consensuar alternativas sobre este tema. Como por ejemplo, saber cuáles son los problemas que encierra la nocturnidad o cómo van a controlar el flujo de jóvenes que se dirijan hacia ese sector de la Ciudad”, asegura el empresario, sin ocultar su preocupación.