El gobierno de la Ciudad puso la “piedra fundacional” a la línea F del subte. El organismo que administra los recursos del subterráneo llamó a licitación para la confección del “plano de obra”, un trabajo complejo que lleva varios meses por lo que, se estima, habrá que esperar para ver en acción a las excavadoras. Y bastante más para verla inaugurada. Desde ya, se calcula que los trabajos recién empezarán el año 2020, como mínimo.
El Subte F es un viejo anhelo de los porteños. Está previsto que sean 12 kilómetros destinados a conectar Barracas con Palermo, con 13 estaciones, 8 de las cuales permitirán hacer combinación con otros ramales.
En un cálculo estimado en base a lo que vale un kilómetro de subte a nivel global, la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires adelantó que la construcción de la nueva línea podría costar dos mil millones de dólares.
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Si bien hay plazos para la elaboración de los planos y la validación del anteproyecto inicial, hecho por Sbase, no hay tiempos estipulados para el comienzo de la obra en cuestión. “Hacer los planos para la licitación es un trabajo muy complejo, lleva mucho tiempo. No sabemos cuándo se podrá empezar”, explicaron desde el organismo a PERFIL.
Además, una vez que esté la documentación para poder licitar la obra, la Ciudad tendrá que salir a buscar financiación externa. “Es imposible ejecutarla sin apoyo internacional”, manifestaron desde Sbase.
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Las autoridades de Subterráneos anticiparon que será la primera vez que para la ejecución de la obra se usará una tecnología de avanzada, denominada TBM (Tunnel Boring Machine). Es una máquina tuneladora más eficaz que hasta ahora se usaba para obras hidráulicas. La apuesta del proyecto es a tener una línea más “automática”, con puertas en andén.
MC
