Consumen más éxtasis y otras drogas sintéticas

El consumo de drogas sintéticas, entre las cuales el éxtasis es la más conocida, creció un 500 por ciento entre los adolescentes argentinos desde 2001 hasta la actualidad. El dato proviene de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) y ha despertado preocupación en el Gobierno, que ya piensa en medidas para tratar de comenzar a revertir esta tendencia.

El principal aumento en el consumo de este tipo de estimulantes se produjo en estudiantes secundarios que cuentan entre 14 y 17 años, por lo que las autoridades estarían planeando campañas preventivas que se realizarían en los centros de veraneo, considerados “lugares de iniciación” por los especialistas.

Además, desde el Sedronar temen que las drogas sintéticas, que provienen fundamentalmente desde Holanda y Bélgica, comiencen a producirse en laboratorios locales clandestinos.

“Hace unas semanas se descubrió un pequeño laboratorio de drogas sintéticas en Vicente López; ésta es una tendencia incipiente, pero la mayoría de esas pastillas las siguen trayendo desde Europa”, afirmó José Granero, titular del Sedronar, según una nota publicada hoy por el Diario La Nación.

Granero explicó que el mercado local está destinado a jóvenes de buen poder adquisitivo, ya que cada pastilla cuesta entre 40 y 50 pesos. “Eso también demuestra que las drogas atraviesan todas las clases sociales y no es algo relacionado con la pobreza”, dijo el funcionario.

Las drogas sintéticas son creadas especialmente en laboratorios para producir efectos estimulantes. La más conocida es el éxtasis –este año en Creamfields se incautaron 300 pastillas- pero también hay otras con nombres como Venus, Nexus, Hielo, Cristal, Velocidad, Cruces Blancas o Bellezas Negras.

Estas drogas pueden alterar la percepción, provocar euforia, insomnio y anorexia, taquicardia, vasoconstricción y arritmias cardíacas. A los 30 minutos de su ingesta ya se pueden sentir sus efectos, los que se mantienen entre cuatro y seis horas.