Emprendedores y artistas crearon distintos dispositivos para intentar paliar en parte la crisis de pequeños comercios durante la cuarentena. Una de ellas es la idea de Francisco García Otero y Andrés Cufari, que armaron una red para colaborar con los almacenes y locales de barrio que, si no tienen flujo de personas, se quedan sin recaudación.
En tres días armaron “MiBarrio.Chat”: una plataforma disponible para todos los dispositivos que agrupa a los pequeños comercios por barrio y tiene disponible sus contactos para que los clientes le hagan los pedidos. “En una semana, ya hay 2.500 negocios inscriptos y registramos que más del 50% pudo levantar sus ventas”, cuenta Cufari. “Esto sirve para que la gente esté menos tiempo en la calle y los locales. Si bien algunos no hacen envíos, se los puede llamar para que tengan el producto preparado para retirar”, agrega Cufari.
Otro rubro golpado es el arte. Uno de ellos es el Club Atlético Fernández Fierro, un ícono del tango porteño. Walter Coccaro es el programador del ciclo “Para no volvernos tan locxs” y que se vive por streaming. “Arrancó esta semana y continuará la próxima con los artistas que teníamos programados en vivo”, con un costo colaborativo que va desde los $100 a $300 en el sitio web del CAFF.
En gastronomía, una de las ideas más ingeniosas la tuvieron en el AntiGourmet. En el bodegón de Palermo se venden sandwiches de milanesas por adelantado que se consumirán cuando termine la cuarentena. “Recibimos un montón de compras de lugares remotos”, dicen desde el local donde, además, difunden a otros colegas para que reactiven su economía.