Un giro inesperado tomó el caso del cura Juan Viroche, quien apareció ahorcado esta mañana en su vivienda, ubicada en el predio de la iglesia del Sagrado Corazón de la localidad tucumana de Ingenio La Florinda. La autopsia realizada sobre su cadaver desestimó la posibilidad de un homicidio y afirmó que se trató de un suicidio, por motivos que aún se desconocen.
El sacerdote era célebre por sus denuncias contra el narcotráfico, la delincuencia y la corrupción local. Por esas acusaciones, difundidas en sus misas y hasta en su cuenta de Facebook, vivía bajo constantes amenazas. Por eso, la primera hipótesis que se manejó sobre su muerte era que había sido asesinado.
El cuerpo del religioso no presenta señales de violencia, ni ningún indicio que haga suponer que fue asesinado, según los primeros datos que se conocieron del estudio que realizaron los médicos forenses, por orden de la fiscalía que investiga el caso.
Viroche fue hallado en la zona suele ubicarse el coro del templo. En el mismo lugar, también encontraron una bolsa con dinero y joyas. Por eso se descartó que haya sido víctima de un intento de robo, según el diario tucumano La Gaceta.