"DB Cooper: ¿Dónde estás?" La historia del ladrón que saltó de un avión con 200 mil dólares y desapareció
Un nuevo programa de Netflix busca explicar cómo, a pesar de una investigación del FBI que duró 45 años, Dan Cooper nunca fue encontrado y su identidad nunca pudo ser confirmada.
La historia de este estafador, que fue perseguido durante décadas por el FBI y ya forma parte del folclore criminal estadounidense, es revivida por Netflix en un nuevo documental, “DB Cooper: ¿Dónde estás?”, que busca desentrañar su misterio. |
NETFLIX / FBI
El extraordinario historial delictivo de Dan “DB” Cooper incluyó identidades falsas, un bolso lleno de dinero en efectivo y una amenaza de bomba en pleno vuelo, pero lo que caracteriza al delincuente es el misterio de su desaparición: hace más de 50 años desapareció para no ser visto nunca más.
La historia de este estafador, que fue perseguido durante décadas por el FBI y ya forma parte del folclore criminal estadounidense, es revivida por Netflix en un nuevo documental, “DB Cooper: ¿Dónde estás?”, que busca desentrañar su misterio.
En noviembre de 1971, un hombre que se identificó como Dan “DB” Cooper compró un pasaje de 20 dólares para un vuelo de la aerolínea Northwest Orient de Portland a Seattle. Una vez ubicado en su asiento, pocos minutos después del vuelo, le dijo a la azafata que tenía una bomba en su maletín y una nota para el piloto.
La historia de este estafador, que fue perseguido durante décadas por el FBI y ya forma parte del folclore criminal estadounidense, es revivida por Netflix en un nuevo documental, “DB Cooper: ¿Dónde estás?”, que busca desentrañar su misterio.
En la carta el secuestrador ordenaba al piloto que se comunicara con las autoridades en tierra para que le llevaran 200.000 dólares en efectivo (el equivalente a $1,2 millones actuales) y cuatro paracaídas si querían salvar a los 36 pasajeros del avión.
Cuando el vuelo aterrizó en Seattle, Cooper contactó con los agentes del FBI, les entregó a los rehenes a cambio del dinero y y ordenó al piloto de Northwest que despegara una vez más en dirección a la Ciudad de México.
El delincuente demostró que había estudiando muy bien los pasos a seguir cuando le indicó al piloto que volara a menos de 10.000 pies de altura y a una velocidad inferior a 200 nudos.
En noviembre de 1971, un hombre que se identificó como Dan “DB” Cooper en un vuelo de la aerolínea Northwest Orient de Portland a Seattle. Una vez ubicado en su asiento, pocos minutos después del vuelo, le dijo a la azafata que tenía una bomba en su maletín y una nota para el piloto.
Desaparecido en el aire, en algún lugar entre Seattle y Reno
En algún lugar entre Seattle y Reno, Cooper, aferrado a la bolsa de dinero, saltó por la parte trasera del avión usando uno de los paracaídas que había exigido a las autoridades.
El piloto y el copiloto aterrizaron sanos y salvos, pero el delincuente que la prensa luego llamaría “DB Cooper” había desaparecido en algún momento de la noche sin dejar rastro alguno.
El misterio de Cooper derivó en “una de las investigaciones más largas y exhaustivas en la historia del FBI”, que analizó a miles de sospechosos e innumerables pistas falsas, según el documental.
En algún lugar entre Seattle y Reno, Cooper, aferrado a la bolsa de dinero, saltó por la parte trasera del avión usando uno de los paracaídas que había exigido a las autoridades.
El misterio de Cooper derivó en “una de las investigaciones más largas y exhaustivas en la historia del FBI”, que analizó a miles de sospechosos e innumerables pistas falsas, según el documental.
Y la búsqueda se extendió durante más de 45 años, cuando en 2016 los investigadores decidieron cerrar el caso sin resolver.
El piloto y el copiloto aterrizaron sanos y salvos, pero el delincuente que la prensa luego llamaría “DB Cooper” había desaparecido en algún momento de la noche sin dejar rastro alguno.
Billetes en el río Columbia, la única pista útil que obtuvo el FBI en 45 años
La única pista de lo que le sucedió a Cooper fue encontrada nueve años después de su desaparición, en 1980, cuando un niño que acampaba con su familia a orillas del río Columbia encontró US$ 6.000 del dinero entregado a Cooper.
El descubrimiento, confirmado por el número de serie del efectivo, llevó al FBI a creer que el dinero había sido arrastrado por el río, a unos 30 kms de la zona sobre se creía que Cooper había saltado del avión.
Los investigadores creyeron entonces que el delincuente había enterrado el botín en la arena, una pista que se puso en tela de juicio cuando los peritos encontraron partículas de algas en los billetes y sugirieron que el dinero había terminado en el río meses después del vuelo.
La única pista de lo que le sucedió a Cooper fue encontrada nueve años después de su desaparición, en 1980, cuando un niño que acampaba con su familia a orillas del río Columbia encontró US$ 6.000 del dinero entregado a Cooper
El descubrimiento, confirmado por el número de serie del efectivo, llevó al FBI a creer que el dinero había sido arrastrado por el río, a unos 30 kms de la zona sobre se creía que Cooper había saltado del avión
A lo largo de los últimos 50 años, muchas personas fueron objetivo de las investigaciones del FBI.
El más convincente es Robert Rackshaw (1944-2019), un veterano de la Guardia Nacional, la Reserva y la Guerra de Vietnam, con presuntos nexos con la CIA y un turbio pasado de acusaciones de estafas con cheques sin fondos y el presunto asesinato de su padrastro.
Un fiscal en el caso de robo y falsificación entablado contra Rackshaw en California lo acusó de ser “un gran estafador”. “Le comprarías un auto usado cada vez”, dijo ante el tribunal.
Los investigadores creyeron entonces que el delincuente había enterrado el botín en la arena, una pista que se puso en tela de juicio cuando los peritos encontraron partículas de algas en los billetes y sugirieron que el dinero había terminado en el río meses después del vuelo
Robert Hunt, un célebre jugador de baloncesto de Oregón que trabajó en un negocio con Rackstraw en la década de 1970 diría que no se podía confiar en él: “Tenía una mente criminal”.
Rackstraw fue considerado sospechoso por primera vez siete años después del secuestro en 1978, y los investigadores dijeron que “muchas cosas” sobre él parecían coincidir con la descripción de Cooper.
Un periodista, en los años 70, le preguntó a Rackstraw si él era Cooper, y el veterano de la Guerra de Vietnam dio una respuesta críptica, diciendo que si él estuviera investigando el caso, “no me descartaría”.
Rackstraw fue considerado sospechoso por primera vez siete años después del secuestro en 1978, y los investigadores dijeron que “muchas cosas” sobre él parecían coincidir con la descripción de Cooper.
Un año antes de su muerte, se sospecha que Rackstraw envió una carta a un periodista del diario Portland Oregonian, en la que revelaba que era Cooper.
“Esta carta es demasiado [sic] para hacerles saber que no estoy muerto sino vivo y que acabo de regresar de las Bahamas, para que sus tontos soldados dejen de buscarme. Así de tonto es este gobierno. Me gustan tus artículos sobre mí, pero puedes detenerlos ahora. DB Cooper no es real”, dice la carta.
La carta finalizaba: “Y, por favor, dígales a los policías lacayos que DB Cooper no es mi verdadero nombre”.
Unos meses después, Rackstraw falleció por causas naturales a los 75 años y se llevó a la tumba una serie de secretos que quizás nunca sepamos sobre el secuestro del 24 de noviembre de 1971.
Un investigador del FBI dijo entonces: “Si bien mi equipo de casos sin resolver cree que él era Cooper, también fue esposo, padre, abuelo y bisabuelo. Nuestras condolencias a la familia”.
