SOCIEDAD
El siniestro de Once

"De acá no me voy, porque seguro que entran a robar..."

Muchos de los vecinos del edificio en llamas, que la policía insistía en evacuar, se resistían a desalojar sus departamentos por temor a los robos. En la cuadra de Lavalle al 2200 está cortada la luz y el gas.

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Natalio M. vive en un octavo piso en uno de los edificios linderos al de "Ciudad Cotillón", en Lavalle 2257. Su situación era anoche, como la de centenares de personas en el barrio: "Un infierno". Había respondido a la intimación policial de desalojar el lugar cerrando su casa, pero no quería abandonar el lugar y desafiaba el humo estoicamente en la vereda.

"De acá no me voy, no puedo irme, si seguro que apenas esto queda vacío entran a chorear...", dejo en claro el hombre, que graficaba el cuadro de preocupación que afectaba a muchos esta noche en el Once. Según explicó el vecino, desde su balcón podía verse que también en la terraza los responsables de "Ciudad Cotillón" almacenaban distintos elementos del comercio.

"Ese edificio estaba repleto, es mentira que el depósito era en los primeros pisos, si yo veía de mi departamento que hasta en la terraza guardaban de todo", agregó Natalio. Respecto a las medidas de seguridad que había a la vista en "Ciudad Cotillón", el hombre también agregó leña al fuego: "no recuerdo haber visto ni avisos de salidas de emergencia ni matafuegos". Como se ve, una vez que se apaguen las llamas, habrá varias cosas que aclarar sobre permisos, habilitaciones y medidas de seguridad en Lavalle 2257.