SOCIEDAD
Rumbo al espacio

Cómo es el primer nanosatélite argentino que quiere despegar con Elon Musk

El proyecto comenzó hace más de un año y cuenta con la participación de universidades públicas y privadas. "Introduce un servicio en las zonas donde no llegan las redes de comunicaciones terrestres", contaron sobre el diseño.

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Nanosatélite argentino | Universidad de Palermo

Hace más de un año y medio que distintos profesionales argentinos se encuentran detrás de un proyecto ambicioso pero posible: lanzar un nanosatélite al espacio llamado Labsat IoT para instalar un mini laboratorio y posteriormente llevar servicios a lugares inhóspitos donde las líneas terrestres no llegan. 

“Aclaro que no es un satélite, es un proyecto satelital para internet de las cosas (NdR: IoT, por sus siglas en inglés Internet of things). Cuando digo un proyecto satelital es porque en este caso incluye telecomunicaciones, un servicio que se va a dar, una finalidad y un plan futuro que es lo que nosotros justamente estamos desarrollando. Un servicio donde internet de las cosas trate de ser factible con redes terrestres, es decir, que no haya que cambiarlas para que ese sistema pueda funcionar", dice el ingeniero y presidente del Consejo Profesional de Ingeniería de Telecomunicaciones, Electrónica y Computación (COPITEC), Miguel Pesado, en diálogo con PERFIL. 

Copitec junto a Fundetec y las universidades de Palermo, Moreno, Comahue y Avellaneda son las encargadas de la puesta a punto del proyecto. “Hemos recibido un aporte no reembolsable desde el Ministerio de la Producción que nos permite avanzar”, dice Pesado sobre la financiación del sofisticado proyecto.

El especialista aclara que además la construcción “es un verdadero inconveniente” porque "muchas de estas piezas son de origen americano, europea o chino, y siempre aclaro que los satélites se integran porque la industria del mundo siempre es una industria de integración, de cosas que se fabrican en otras partes".

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Cómo es y de qué se trata el primer nanosatélite argentino

El ingeniero detalla que el proyecto satelital implica dos fases: la primera donde el dispositivo “va a funcionar a modo de laboratorio para conocer cómo se desenvuelve este servicio en el espacio”. Dura aproximadamente dos años entre el lanzamiento y la investigación. “Se trata de un nanosatélite de tres unidades de 30x30x30. Poco más grande que una caja de zapatos”, explica sobre el dispositivo que será lanzado al espacio.

El nanosatélite será construido para funcionar en zonas alejadas de los centros urbanos. “La ventaja es que introduce un servicio en las zonas donde no llegan las redes de comunicaciones terrestres y donde la única forma de llegar es mediante los vínculos satelitales. Con lo cual se transforma en un elemento sustancial para lo que es el desarrollo industrial o el crecimiento de los registros marítimos, los yacimientos de petróleo o las selvas”, argumenta.

Además, agrega que en el promedio de la primera etapa comienza la segunda “que es de más envergadura y que involucra una flota de satélites, con costos más grandes y captura de inversores o de entidades que puedan financiarlo". 

Elon Musk Visits Germany
El magnate Elon Musk

Con intermediación de un broker ocupado en tejer líneas de contacto internacionales, Pesado le explicó a este medio que el lanzamiento será a través de la empresa del magnate internacional Elon Musk. “Estamos por hacer la constatación del contrato con el proveedor Space X, de Elon Musk y de las naves Falcon 9. Luego vamos a enviarlo desde algunos de esos lanzadores americanos”, explicó Pesado.

En marzo de este año, Space X anunció un aumento porcentual en sus vehículos de lanzamiento: 67 millones de dólares para Falcon 9 y 97 millones de dólares para Falcon Heavy, el dispositivo que tiene capacidad para mayor carga. 

Qué es IoT o Internet de las cosas

Dentro del equipo de trabajo también se encuentra la Coordinadora de la sub comisión de IoT en COPITEC, Laura Hannois, quien desarrolló en profundidad de qué se trata internet de las cosas. 

La docente universitaria le explicó a este medio que IoT tiene como fin último la transformación de datos en información y finalmente en adquisición de conocimiento. “Ese conocimiento se traduce en toma de decisiones con datos objetivos y en mejora de procesos. Además ayuda en la eficiencia del uso de los recursos en ciudades o empresas, por poner sólo dos ejemplos”, explica.

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“En el caso de misiones meteorológicas o de censado del suelo donde nosotros no necesitamos grandes anchos de banda o podemos trabajar con alta latencia, no requerirnos de redes como 5G sino que con redes satelitales podemos trabajarlo”, dice sobre la potencia que puede tener Lab IoT. “Para captar estos datos usamos dispositivos, del tipo sensores y/o transductores que están conectados a Internet , y que por medio de redes de comunicación (5G, Lora, satélites), son transportados hacia la capa superior”, detalla sobre el funcionamiento. 

Hace un año y medio,  Hannois cofundó iN+A Latam, una empresa consultora, desarrolladora de negocios y marketing B2B relacionada con IoT que también está atravesada por una contundente perspectiva de género. “La empresa nace para hacer un foco en innovación, sobre todo porque está liderado por mujeres que dentro de la rama de la tecnología no somos mayoría y por eso quisimos darle esa impronta. De esa manera empezamos difundiendo el trabajo de mujeres en tecnología”, le dijo a PERFIL. 

La experta que trabaja desde el 2018 en la multinacional japonesa NEC explica que hoy en día hay 12,2 mil millones de dispositivos de IoT conectados y se espera que para el 2025 crezca a 27 mil millones. “En cuanto a la participación de América Latina, sobre la distribución de la inversión en Internet de las cosas a nivel mundial, en 2018 era del 8% y para 2023 se espera una participación del 3%”, detalla.

 

GI/ff