MÚNICH/HAMBURGO (dpa) – A veces el entorno deja mucho que desear: los frascos de champú se amontonan en el borde de la bañera, del techo cuelga una bombilla solitaria y las cortinas de la ducha vieron tiempos mejores. Algunos trucos pueden cambiar este ambiente.
PASO UNO: Considerar el baño como una habitación más
Cuando uno debe arreglarse entre azulejos de un verde mohoso o beige sahariano, se da prisa para salir de ese entorno. Sin embargo, se puede sacar provecho incluso de estos baños poco atractivos. “El baño debería considerarse como una habitación más”, dice Constanze Köpp, de la empresa Wohnkosmetik en Hamburgo. No se trata de una celda húmeda, sino de un “estudio de belleza” y sólo por esta razón debería decorarse con cariño, independientemente del tamaño que tenga.