Pocos días después de haber vivido en el país una ola extrema de calor con temperaturas promedio a los 42 grados, este jueves la provincia de Corrientes se encuentra bajo un alerta por calor extremo. Una condición que se suma al complicado cuadro de incendios rurales que atraviesa la provincia, además del déficit de lluvias que se extenderá hasta marzo, según explicaron hoy fuentes oficiales.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las condiciones de alta temperatura se mantendrán hasta el miércoles próximo con máximas de entre 37 y 40 grados en todo el norte de la provincia, en lo que fue considerado por el SMN como un alerta de nivel rojo.
El subdirector de Defensa Civil de Corrientes, Bruno Lovinson, aseguró este jueves que esa situación se suma a una sequía extrema pronosticada hasta marzo, factores que integrados a la acción humana representan las principales causas de los incendios que afectan a la provincia y por los que el Gobierno anunció que decretará una emergencia. “Como ejemplo del impacto de los incendios en Corrientes podemos mencionar que en 19 días de enero solamente el cuartel de bomberos voluntarios de Paso de la Patria debió atender 200 servicios, y si consideramos que en la provincia hay 48 cuarteles, la situación es una locura”, aseguró Lovinson.
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Según los pronósticos realizados para Defensa Civil, la falta de lluvias se extenderá hasta marzo próximo, pero con un déficit que suma más de cinco años, indicó el especialista. “Corrientes tiene un promedio de entre 800 y 1.000 milímetros de lluvias anuales, pero en 2020 fue de 200 el total anual y en 2021 muy similar y en los próximos días, de altísimo calor, el pronóstico indica que podrían precipitarse entre cinco y 10 milímetros en algunas regiones y es prácticamente nada, no contribuye a paliar esta situación”, aseguró el funcionario correntino.
Lovinson sostuvo que la situación "es realmente alarmante" porque al calor se agregan "condiciones como el viento y la falta de humedad que suman tres meses de niveles extremos de riesgo de incendios”, al tiempo que advirtió que el principal factor de los focos ígneos rurales es la acción humana. “El 95% de los incendios son intencionales, principalmente por las quemas de basuras y de pasturas, como si prendiendo fuego en los campos productivos luego va crecer mejor pasto y no es así, la pastura es de mala calidad por la sequía continuada que sufrimos”, indicó el subdirector de Defensa Civil.
En Corrientes 1.320 personas son voluntarias en cuarteles de bomberos y, al mismo tiempo que la temporada de calor extremo, la provincia atraviesa una ola de contagios de coronavirus que hizo que el 50% de las estaciones hayan tenido que reducir su operatividad por el impacto de la pandemia, dijo Lovinson.
Por otro lado, de acuerdo a registros del Ministerio de la Producción de Corrientes, desde finales de diciembre hasta mediados de enero se quemaron más de 6.000 hectáreas de forestaciones en la provincia, principal motivo por el cual el Gobierno decretará una emergencia.
“Eso significa que el Poder Ejecutivo podrá disponer de partidas extraordinarias para atender la situación, que se suman a un fondo especial de 30.000.000 de pesos conformado en diciembre para la contratación de aviones hidrantes y gastos operativos de los bomberos”, explicó Lovinson.
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