Ocho personas murieron hoy, seis de ellas familiares, cuando una camioneta de la policía bonaerense en la que viajaban chocó contra un colectivo en el barrio porteño de San Cristóbal, informaron fuentes de la fuerza de seguridad de Capital Federal.
El móvil policial circulaba con destino al hospital porteño Tornú con el fin de hacer atender a una de las víctimas, una mujer de 65 años.
Por el caso hubo denuncias cruzadas entre el ministerio de Salud bonaerense, que aseguró que no hubo un pedido de una ambulancia, y la policía de la provincia, que recalcó que intervino por "humanidad", ante la supuesta falta de ambulancia y una presunta "descompensación muy importante" de la mujer.
El accidente ocurrió a las 0.12 en avenida Garay y Combate de los Pozos, barrio de San Cristóbal, donde una camioneta policial que trasladaba a una mujer enferma de 65 años y algunos de sus familiares, todos ellos peruanos, chocó contra un colectivo de la línea 12.
Ocho personas que viajaban en la camioneta, entre ellas los dos policías que estaban al frente del vehículo y la mujer de 65 años, murieron, mientras el chofer del colectivo, con lesiones leves, quedó "detenido e incomunicado", precisaron las fuentes.
La única ocupante de la camioneta que sobrevivió al accidente fue una hija de la mujer de 65 años, de 46 años, quien fue internada en la sala de Terapia Intensiva del hospital Penna a raíz de heridas graves. Otras cuatro personas, quienes viajaban como pasajeros en el colectivo, resultaron heridas.
El móvil policial estaba a cargo de dos efectivos de la comisaría tercera de Avellaneda, quienes trasladaban en el asiento trasero a la mujer de 65 años, Petronila Giménez, quien iba sobre una silla de ruedas, y a una hija de ella.
En tanto, en la caja de la camioneta, iban otros dos hijos de Giménez y dos nietos.
Mario Valente, uno de los jefes de la Policía bonaerense, dijo en declaraciones a la prensa que la fuerza que integra intervino por una cuestión de "humanidad", tras el accidente ocurrido en la jurisdicción porteña, a raíz de una "descompensación muy importante" de la mujer. Además, sostuvo que allegados de Giménez recurrieron a la comisaría tercera de Avellaneda "luego de haber agotado" los intentos de conseguir una ambulancia y que la mujer era acompañada por varios familiares porque había que sostener la silla de ruedas sobre la que estaba la mujer.
Poco después, un hijo de Giménez expresó que su madre se "sentía muy mal" y uno de sus familiares "fue a la comisaría de la vuelta" de la vivienda en la que estaba la mujer porque "no había respuesta y cada vez se sentía peor". Dijo también que el móvil policial partió con destino al Tornú "porque ella era paciente de ahí".
Por su parte, el viceministro de Salud provincial, Alejandro Collia, sostuvo que Giménez "llamó ayer a las 17.30 a la guardia del hospital Fiorito (de Avellaneda) y pidió una ambulancia para que se la asistiera por una lumbalgia". Añadió que "desde el hospital se le explicó entonces que por esa causa no es pertinente disponer de un móvil y se le requirió que se acercara al hospital por sus propios medios".
Dijo, asimismo, que la mujer "llegó en remís" a la guardia del Fiorito poco después de las 18, donde "médicos especializados en traumatología la revisaron, estudiaron y medicaron con motivo de la lumbalgia que la aquejaba".
"En ningún momento la paciente ni sus familiares refirieron problemas cardiovasculares, es decir, no hubo criterios de internación", manifestó Collia, en contraposición con la versión policial sobre urgencia extrema. A su turno, el director asociado del hospital Pedro Fiorito, Rodolfo Ferrari, negó que el centro asistencial que dirige haya recibido una llamada telefónica para atender a Giménez, contra lo sostenido por una versión.
"No existió ningún llamado de parte de esta gente", dijo Ferrari en declaraciones al canal de cable Todo Noticias (TN), al referirse a las personas que perdieron la vida en el siniestro.
Fuente: DyN