“¡Hay ladrones! ¡Hay ladrones! ¡Están armados! ¡Por favor! ¡Por favor!”, gritaba casi suplicando un vecino desde el balcón de un edificio en el Barrio de Once. “Tranquilo, ya viene, ya viene”, le decìa, desde abajo, un vecino que respondió al reclamo de auxilio.
Los ladrones eran dos y cuando salieron por la puerta del edificio se armó una revuelta en el barrio. Los vecinos, a los gritos, los persiguieron, los atraparon y una mujer policìa esposó a uno de ellos en un poste de luz.
Todo eso fue filmado por los propios habitantes del barrio. Cuando uno de los ladrones quedó esposado se desató una suerte de venganza por mano propia y el detenido fue golpeado brutalmente con patadas en el estómago y en el pecho. Tambièn le pegaron en la cabeza. El ladrón estaba visiblemente ensangrentado.
La mujer policía les pidió que no lo golpearan pero los vecinos que estaban allí parecían apoderados por un ataque de ira: ¡Qué no! ¡Qué le hicieron al tipo!”, gritaba. El segundo ladrón había sido capturado a la vuelta del lugar.
Los dos videos fueron subidos esta mañana por el periodista Ignacio González Prieto a su cuenta de Twitter. El periodista contó que uno de los detenidos era argentino y el otro uruguayo. Los delincuentes habían entrado a un departamento de una mujer y un hombre, que quedó atrapado en el balcón y empezó a pedir ayuda.
No es la primera vez que ocurre que ante un robo, los vecinos reaccionan queriendo hacer justicia por manos propia. Y a veces termina muy mal o de manera tràgica, como en abril de este año cuando uno de los asaltantes en un robo en Ciudad Evita fue capturado por los vecinos y linchado. El ladrón murió por asfixia.
En esa oportunidad, los delincuentes habían sido protagonistas de un violento asalto a una mujer y su hija. Cuando escapaban, a raíz de los gritos de alerta, fueron perseguidos por los vecinos. Los dos sujetos fueron interceptados por vecinos que, según versiones coincidentes, participaban en ese momento de una recreación callejera del Vía Crucis por el Viernes Santo.
MC
