Cuando llega el fin de semana, Macarena Yanelli (20) se instala en su cuarto frente a su biblioteca, prende la cámara y comienza a grabar videos para su canal de YouTube: Gracias a los Libros. Del otro lado de la pantalla, más de 13 mil seguidores esperan ansiosos sus comentarios y reseñas literarias. Ella es una de las referentes locales del fenómeno “booktube”: una comunidad online de jóvenes y adolescentes que comparten a través de videos su pasión por la literatura.
Comenzaron en Estados Unidos, México y España, pero en Argentina cada vez son más, y este año por primera vez tendrán su propio espacio en la Feria del Libro de Buenos Aires.
“Somos jóvenes con ganas de compartir lo que leemos”, sintetiza Matías Gómez (18), quien fue pionero en el país con su canal Cenizas de Papel. Tanto él como Macarena comenzaron con blogs, pero pronto fueron cautivados por la posibilidad de interactuar con otros usuarios en videos. “Comentan un montón y me escriben en las redes sociales”, cuenta Yanelli, que estudia Filosofía y reconoce que se volvió una lectora ávida a los 13 años, con la saga de Harry Potter.
Es que tras el éxito arrollador de la autora J.K. Rowling la literatura juvenil dio un salto y pasó a movilizar el mercado editorial. Luego siguieron sagas como Crepúsculo, Los juegos del hambre o Divergente, y las redes sociales permitieron a los jóvenes compartir ese nuevo género.
Ahora, con términos como book haul o wrap up (ver aparte), los usuarios muestran los libros comprados durante el mes y hacen reseñas. “Los booktubers influyen en las ventas, porque hoy los chicos manejan muchísima información que escapa a los suplementos literarios. El establishment cultural no da espacio a estos libros”, explica Cristina Alemany, directora editorial de V&R Editoras. “Lo más interesante es la comunidad: cómo se integran para debatir un libro o criticarlo”, agrega. Entre los booktubers argentinos organizan encuentros para conocerse cara a cara. “Tenemos grupos de WhatsApp y nos juntamos cada semana, somos muy unidos”, asegura Matías Saldungaray (14), del canal TributeOnFire.
Si bien la mayoría prefiere las sagas juveniles de fantasía y ciencia ficción, también hay variantes. Natalia Bustamante (16), de Tormenta Literaria, nombra entre sus autores favoritos a clásicos como Oscar Wilde, Sir Arthur Conan Doyle o Jane Austen.
Conquista editorial. Algunos videos superan las 15 mil visitas. Y en la Feria del Libro del año pasado, ocho de los diez títulos más vendidos fueron de literatura juvenil. El dato no es menor: los booktubers se han convertido en la mano derecha de las editoriales, que les envían las novedades. “Es el mejor espacio que tenemos para promover esos títulos. La novela juvenil se vende muy bien en Argentina, pero no tiene cabida en los suplementos tradicionales”, señala Silvia Itkin, editora general de Ediciones B.
Según explica Sara D’Angelo, responsable de redes de Penguin Random House, “hoy los consumidores confían más en la información que brindan otros usuarios que en la publicidad”.
Así fue como la Feria del Libro decidió convocar a los booktubers por primera vez a dar su propia charla. “Vamos a contar lo que es la comunidad y cómo influye en el mercado nuestra opinión. También a dar consejos de cómo ser booktuber”, anticipa Julieta Ferraro, del canal Atrapada Entre Letras. También se hará una convocatoria para elegir al “Booktuber de la Feria”, quien recibirá como premio libros para su escuela.
Según cuenta a PERFIL Oche Califa, director de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, la invitación forma parte de la idea de incorporar en el encuentro al sector joven, que ya es uno de los más dinámicos de la industria editorial. “Antes eran visitantes, pero hoy son los protagonistas”, resume.
Un soplo de aire fresco a la crítica tradicional
Para los escritores consagrados, la aparición de los booktubers despierta entusiasmo y viene a refrescar el aire dentro de la crítica literaria tradicional. Para conocer su punto de vista, PERFIL consultó a tres autores argentinos acerca de la nueva comunidad de lectores online.
“Me parece fantástico el surgimiento de los comentaristas de libros en redes. Pone de relieve varias aristas del porvenir de los libros y su relación con las nuevas tecnologías. Desde que la web se convirtió en un fenómeno masivo, la industria editorial temió que el mundo virtual extinguiera el libro papel. La realidad demuestra que los distintos formatos no sólo conviven, sino que se multiplican”, considera Federico Andahazi.
Además, según el autor de Historia sexual de los argentinos, esta nueva realidad abre el debate sobre los escritores tradicionales y también la crítica. “Los nuevos booktubers demuestran que muchos de los viejos críticos no tienen la menor autoridad intelectual”, asegura.
Lenguajes nuevos. En esa línea, para Martín Kohan, los booktubers traen una nueva forma de crítica literaria, lejana a las formas convencionales: “Me entusiasma toda iniciativa que pueda contrarrestar la actitud preponderante respecto de la literatura, que es la indiferencia (o la admiración aparente y hueca, sin sustento de lectura)”, sostiene el escritor de Ciencias morales.
El popular Eduardo Sacheri, por su parte, destaca la práctica lectora en jóvenes: “Es un buen contrapeso a ese prejuicio tan habitual de que los jóvenes no leen. Además, es interesante porque son lectores opinando desde su perspectiva personal, sin un bagaje teórico. A veces, la crítica puede ser muy llena de categorías”, define el autor de El secreto de sus ojos.