El síndrome de la mujer fashion, muy presente en la actualidad, está conformado por un conjunto de síntomas en aquellas mujeres que están demasiado pendientes de la imagen y de cualquier cambio estético.
Son mujeres poliretocadas, sobre todo entre los 35, 40 y 50 años, que se operan, se aplican botox, se hacen rellenos y peelings, cada vez más frecuentemente, y ello termina por producir un efecto contrario al deseado, pues la piel se va endureciendo y la circulación del rostro se altera, y terminan con la piel politraumatizada, al decir de los especialistas.
No se trata de que los tratamientos sean malos o poco eficaces, pero hacérselos a todos y con frecuencia es lo que se torna riesgoso.