El video viral donde una gatita intenta salvar a cuatro liebres bebés en Mendoza
Se cree que la madre de la crías fue asesinada por cazadores, ya que los mamíferos bebés se encontraban solos al momento de ser encontrados.
Crias de Liebre de Castilla |
Agencia Shutterstock
Durante el fin de semana del 22 de octubre, un video de una gatita que cuida a crías de liebres que quedaron huérfanas en Mendoza se difundió por WhatsApp entre los vecinos. Sin embargo, lo que parecería ser un final feliz, no lo fue.
Se trata de tres crías de liebre de Castilla, una especie exótica dentro de la Provincia. Según la información que pudo recopilar PERFIL, los mamíferos bebés fueron encontrados solos, puesto que se cree que su madre fue asesinada por cazadores.
Las crías de liebre fueron rescatadas por los guardaparques y entregadas a una familia para que puedan darle tránsito. Ahí fue donde se encontraron con la gata, mascota del hogar que los recibió y les dio calor.
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Las imágenes quedaron registradas en video y, rápidamente, se difundieron por WhatsApp, ya que enternecieron a todos los vecinos. Incluso, una de ellas manifestó que, “en este mundo tan cruel que hay, que esta ternura se de así y que se vea como los animales dan tanto amor sin esperar nada, es hermoso”.
Pese a que se hizo todo lo posible para rescatar y salvar a las crías, para luego reinsertarlas en su hábitat, las liebres bebés no resistieron sin madre y, lamentablemente, fallecieron.
De acuerdo con la información del Sistema de Biodiversidad, la liebre de Castilla no es una especie originaria de Argentina, por el contrario, fue introducida en el país en 1888, ya que es comúnmente conocida como “liebre europea”.
Presenta un pelaje espeso, de color pardo amarillento o pardo grisáceo entremezclado con negro; el vientre es gris blancuzco. Sus rasgos característicos son que la punta de sus orejas es negra y tiene un anillo claro cerca de sus ojos.
Esta especie es solitaria, salvo en la época de reproducción, en la que pueden observarse grupos de dos o más individuos. Además, tiene hábitos crepusculares, pero, sino se siente perseguida, suele estar activa de día.
En cautiverio, pueden llegar a vivir siete años.
Al nacer, las crías pesan unos 100 gramos, tienen los ojos abiertos y el cuerpo cubierto de pelos. La madre los observa de lejos, escondida entre la vegetación y se acerca solo para amantarla.
Como no se trata de una especie autóctona y su presencia genera grave pérdidas en las plantaciones forestales y los cultivos, es considerada una plaga nacional y su caza está autorizada de forma deportiva y comercial.
