Familiares, además de amigos de las víctimas de la tragedia de Cromañón recordaron ayer a los fallecidos en el segundo aniversario del siniestro, con una marcha donde fueron incluidas una serie de muestras junto a actos, en los que reiteraron su pedido de justicia y el encarcelamiento del ex jefe de gobierno, Aníbal Ibarra.
Con la participación de miles de personas, se realizaron homenajes tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en varias localidades del Conurbano; una muestra fotográfica inauguró los eventos que comenzaron por la mañana, mientras que en el barrio de Once se realizó el acto central en memoria de los fallecidos.
Las actividades comenzaron el viernes a última hora, cuando más de 100 personas arribaron a Plaza Miserere y permanecieron en vigilia durante la noche, hasta que por la mañana iniciaron la emisión de una radio abierta en Ecuador y Bartolomé Mitre, a metros de donde funcionaba el local bailable República Cromañón.
La radio trasmitió música, además de relatos junto a anécdotas acerca de las 194 víctimas, en lo que fue un emotivo encuentro entre las familias, decenas de vecinos y transeúntes que se acercaron al santuario.
A las 10, al menos 300 personas se congregaron en la Plaza de Merlo, en cercanías de la estación ferroviaria de Once, donde los padres de cinco adolescentes muertos descubrieron un mural junto a placas, mientras recibían condolencias de los presentes.
Los deudos izaron luego una bandera nacional estampada con los rostros de todas las víctimas, mientras que en Plaza de Mayo se expuso la muestra fotográfica "Vidas Robadas, sueños en marcha", que despertó interés entre turistas y visitantes.
"Este acto fue impulsado porque queremos que los intendentes de todos los distritos respeten la misión de control que le cedió la ciudadanía en forma temporaria", remarcó a DyN Nilda Gómez, madre de una de las víctimas, en el marco de un pedido de justicia que prosigió durante la jornada.
La plaza de Munro, en el partido de Vicente López, fue el escenario de otro encuentro emotivo entre los familiares, cuando arribaron decenas de personas en procesión, tras una misa en memoria de los jóvenes muertos oficiada en la parroquia Santa Rosa de Lima.
Más de una decena de murgas se plegaron al homenaje y en un acto colorido frente al obelisco saltaron y bailaron al ritmo de tambores y panderetas.
Desde las 16, cientos de personas colmaron la Catedral Metropolitana, donde, en lo que fue uno de los actos más conmovedores del día, el obispo auxiliar de Buenos Aires, Eduardo García, presidió una misa frente a padres y sobrevivientes, con las fotos de los muertos colgadas en el pecho.
García los alentó a buscar una justicia "necesaria", aunque advirtió la pretensión "no es venganza, ni un andar sin sentido, sino proyecto que construye".
Un documento consensuado se leyó más tarde en Plaza de Mayo, donde los deudos ratificaron "seguimos en la lucha ahora y siempre" y consideraron que "el asesino no fue la casualidad, ni el destino, sino que tiene relación con las políticas nefastas, de negociados, de impunidad y desprecio por la vida".
Ibarra, removido por la Legislatura por su responsabilidad en la tragedia, fue el más criticado, y de él se afirmó "encabezó los gobiernos corruptos que nos suceden desde hace una década", por lo que exigieron su encarcelación.
La marcha se realizó con una mayoría de jóvenes y la compañía de partidos políticos de izquierda, grupos piqueteros y defensores de Derechos Humanos, que recordaron "otros crímenes impunes".
La jornada cerró con un oficio religioso ecuménico en Once, donde se mostaron a través de una pantalla las fotos de los fallecidos. El folklorista Zamba Quipildor, con la Misa Criolla como repertorio, iba a participar de la velada. A su vez, al cumplirse los dos años de la tragedia, iban a lanzar la página de internet www.lospibesdecromanon.org.ar.
Fuente: DyN